Los dirigentes de las principales agrupaciones socialistas de la región optaron ayer bien por el silencio o por hacer llamadas para rebajar la tensión interna que ha generado el intento de boicot a Javier Fernández.
El alcalde de Oviedo, Wenceslao López, pidió que se baje el nivel de crispación. "Todos decimos barbaridades en privado, pero ya casi nada es privado en este mundo sobre todo con las redes sociales y los whatsapps", ha explicado el regidor socialista, que llamó a reconocer errores y a que las aguas vuelvan a su cauce. "Un mensaje no puede ser un motivo para que se generen diferencias y crispación. Yo pediría a las partes que reconozcan los errores, y que esto no sirva para crear un desencuentro", declaró. El secretario de la agrupación gijonesa, Iván Ardura, se negó a valorar "mensajes privados porque precisamente son privados". Toni Ríos, secretario general del PSOE de Langreo, afirmó que "no tenemos que meternos en estos temas sino discurrir por la senda de la racionalidad y tratar de estar en sintonía". Desde el PSOE de Laviana y Lena (Roberto Álvarez, Santos Morán) eludieron "analizar conversaciones privadas entre compañeros". Avilés evitó pronunciarse.
