La consejera de Desarrollo Rural, María Jesús Álvarez, se sumó ayer al clamor del sector agrario español y reclamó para la región una PAC fuerte a partir del año 2021. "No podemos perder ni un céntimo en las ayudas de la Política Agrícola Comunitaria que se negocia actualmente", indicó la Consejera, que también destacó los numerosos proyectos que se han financiado en la región con cargo al programa "Leader".

Álvarez, geógrafa de formación, con seis años de experiencia al frente de la Consejería y anteriormente doce como presidenta de la Junta General del Principado, defiende un esquema de sector agroalimentario basado en un alto nivel formativo y competitividad, sin falsas nostalgias del pasado. "Propongo un acercamiento al campo desnudo de nostalgia, no todo pasado fue mejor", recalcó.

En Asturias quedan 16.300 explotaciones ganaderas, de las que apenas 1.600 son de leche, unas pocas mixtas y el resto pertenecen al vacuno de carne. "Hemos perdido miles de ganaderías en las sucesivas crisis, pero la producción se mantiene, y eso significa que el sector cada vez es más profesional", señaló la Consejera. Asturias, con 500.000 hectáreas útiles para la producción agraria, tiene casi el 90% del territorio agrícola englobado en la categoría de montaña. Y para la Álvarez "la orografía no ayuda en muchas cosas; en otras sí".

No olvidó la Consejera las vegas fértiles en las que se cultivan pequeños frutos como arándanos y frambuesas, que complementan su estacionalidad con los del sur de España, ni los kiwis y la faba, la legumbre asturiana por excelencia, con un alto valor añadido y una denominación de origen que lucha contra el fraude y la competencia desleal.

El relevo que no llega

Álvarez tampoco ocultó su preocupación por la falta de relevo generacional en el campo, un problema común con el resto de España y Europa pero que lastra de manera especial a la región, en la que los titulares de explotaciones tienen 55 años de media, una de las más altas de la UE.