Nueve de las diez mejores terneras europeas de la raza Holstein descienden de dos supertoros pertenecientes a la cooperativa Asturiana de Control Lechero (Ascol): "Emilio" y "Sillian", un par de fenómenos en eso de tener descendencia con genética privilegiada.
En realidad, lo que hacen es transmitir la suya, que se encuentra entre la flor y nata mundial. El resultado son decenas de vástagos repartidos por 17 países y destacan en especial esas nueve flamantes princesas de la raza frisona, la productora de leche por excelencia, a las que de acuerdo a su alto linaje les corresponde habitar en algunos de los "palacios lecheros" de países como Francia, Holanda, Dinamarca y también España.
Así lo hacen desde que vinieron al mundo. La primera de la lista es una de las cinco hijas de "Emilio" que aparecen clasificadas. Se llama "DG Hullcrest Adely" y es propiedad de las empresas Diamond Genetics y Hullcrest Holsteins, de Holanda. Otras dos "hermanastras", "Lory-Jodye" y "Lory-Nice", segunda y cuarta de la tabla, respectivamente, pertenecen a la ganadería francesa Ferme Lorygenes, ubicada en Notre Dame Du Touchet (Normandía). Otra hija de "Emilio" que aparece en el "top-ten" ocupa precisamente la décima plaza y forma parte de las reses de J. Henneke, en Dinamarca. La quinta res se llama "GEL 4107 Emilio Sarah" y vive en la ganadería catalana Can GEL, de Canyamars, en la comarca del Maresme, donde se elabora la marca Pastoret.
Las cuatro hijas de "Sillian" incluidas en el exclusivo ranking se distribuyen entre la ganadería francesa GAEC Brilliand, de La Gruginiere (Saint Jean De La Motte), en la región del Loira, donde nacieron "EBA Nesly", "EBA Nelly" y "EBA Netty", sexta, octava y novena de la tabla, respectivamente, y la granja Lorygenes a la que pertenece "Lory-Jenny", la séptima de la lista. Colocar a nueve vacas entre las diez mejores de Europa es un hecho casi insólito y así lo refrenda José Emilio García, presidente de Ascol, quien califica de "gran éxito" el triunfo de las reses fruto de dos míticos sementales de la casa. "Estas cosas no son fáciles, te pueden pasar una vez en la vida; estamos muy orgullosos y contentos, sobre todo porque es fruto del trabajo de un grupo de personas capitaneadas por el gerente, Carlos Méndez, que durante años fueron haciendo crecer a Ascol". Méndez, toda una referencia española e internacional en el selecto mundo de la genética Holstein, siempre ha destacado por el rigor y constancia en una compleja labor de producción y selección llevada a cabo en las instalaciones de Ascol en Cenero (Gijón). La entidad, con 950 socios, entre ellos los mejores ganaderos de leche de Asturias, realiza el control de calidad de la materia prima de las explotaciones adscritas, vela por la pureza de la raza en la región y exporta genética a varios países del mundo.
