El cuadro del rector Leopoldo Alas Argüelles (1883-1937) presidió ayer, colgado en lugar preferente, el acto de presentación de la obra que recopila sus escritos periodísticos, 81 años y 2 días después de su fusilamiento en la antigua cárcel de Oviedo.

"Este acto nos devuelve al rector Alas más vivo que nunca, amplificando su voz sobre tantos años de silencio", aseguró el rector Santiago García Granda. La voz de "un intelectual riguroso, amante de la libertad hasta su último aliento", añadió el Rector.

Y un libro "para mantener viva la memoria porque un pueblo sin ella es la nada", dijo el alcalde de Oviedo, Wenceslao López. La presentación del libro, editado por Trea, con el patrocinio del Banco Sabadell Herrero y de la Fundación Valdés Salas, representada por Joaquín Ocampo, tuvo lugar en el Aula Magna de la Universidad en presencia de una amplia representación del mundo político, cultural y universitario asturiano.

Leopoldo Tolivar, catedrático de Derecho Administrativo y nieto de Leopoldo Alas Argüelles, aseguró que "la única forma de rescatar la verdad es a través de documentos incontestables". El acto tuvo mucho de reivindicación hacia una figura "que desapareció hasta en los pies de página" de libros y manuales de Derecho.

La tercera España

El director general del Sabadell Herrero, Pablo Junceda, destacó la vigencia de las reflexiones de Alas "y la independencia y criterio de un hombre justo y honesto". Junceda recordó algunas de las frases de Leopoldo Alas, como la de "no hay cultura económica en un país de cultura general deficiente o atrasada".

Era el caso de aquella España que se autodestruyó en una guerra fraticida. Dos Españas enfrentadas que se llevaron por delante a quienes como Alas Argüelles "representaban a aquella tercera España" que pudo haber sido la solución que nos librara de cientos de miles de muertos. A la posible solución la fusilaron.

Joaquín Ocampo, profesor de la Universidad de Oviedo, ejerció ayer de patrono de la Fundación Valdés Salas. "Este es el libro del rector, nosotros somos simples anotadores", dijo. Vale la modestia en un acto donde priman las buenas maneras pero el propio Leopoldo Tolivar se encargó de matizar que el papel de la Fundación Valdés Salas fue hondo. Nada de meros acompañantes.

Ocampo se refirió a los artículos del exrector sobre Asturias y sobre la política nacional que definen muy bien su línea ideológica "a través de un discurso histórico muy brillante".

El alcalde Wenceslao López destacó "la capacidad de análisis de un humanista ejemplar" como era Leopoldo Alas. Gracias a él y a muchos como él "hoy celebramos la libertad de ideas", herencia de quienes nos precedieron gritando "viva la libertad", las últimas palabras del rector frente al pelotón de fusilamiento.

El cuadro oficial del rector Alas fue colgado en la Universidad en 1976, obra de Paulino Vicente. En 1919 -recordó García Granda-, Alas escribió que era un hombre de suerte por haber tenido un hogar como el que tuvo y por haber estudiado en una Universidad como la de Oviedo. "Sólo por esas palabras ya se merece Leopoldo Alas Argüelles nuestros homenaje".