Con el paso corto y la vista larga, el Principado y los grupos municipales representados en los seis grandes ayuntamientos de Asturias echaron ayer a andar ayer hacia el consejo metropolitano de Asturias. La reunión, con 46 personas a la mesa y sin ausencias políticas significativas, sirvió para consensuar algo así como una forma de trabajar: el ámbito en el que se tomarán todas las decisiones preliminares del área central será esta "especie de plenario" -así lo retrató el consejero de Infraestructuras- que ayer se hizo la primera foto. Además de los alcaldes estaba un edil de cada grupo con voz en los ayuntamientos fundadores, Oviedo, Gijón, Avilés, Siero, Langreo y Mieres.

Serán ellos y en este formato quienes decidan cómo se ampliará el área, cómo se materializará en la práctica y cómo estará compuesto y tomará sus decisiones el consejo consultivo que la orientará. Fueron esos los pasos cortos que dio el encuentro de ayer, en la definición de Fernando Lastra el "pistoletazo de salida para poner en marcha el consejo metropolitano", que se constituirá tal y como los reunidos ayer decidan y "en un plazo razonable". La asamblea acordó configurar las dos comisiones que el consejero y los alcaldes consensuaron en su encuentro del 1 de febrero, una de "autoorganización" que debatirá la composición, funciones y rango del consejo metropolitano, y otra de movilidad, que para que el área tenga contenido y "no sea un intangible", dice Lastra, tratará de llegar a conclusiones concretas sobre el transporte público intentando armonizar los planes de movilidad municipales con el autonómico.

En la reunión estaban todos los convocados casi sin ausencias, salvo la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, representada por su teniente de alcalde, Fernando Couto, y un edil de cada grupo citado, también los del PP, el partido más escéptico sobre el proyecto. Además, la jefa provincial de Tráfico, Raquel Casado, y los directores de Industria y Energía y Fomento en la Delegación del Gobierno, Gonzalo Mesa y Jorge Palacio, respectivamente, y para asegurar "la dimensión Asturias" el presidente de la Federación Asturiana de Concejos, Ignacio García Palacios. El cónclave consiguió de entrada una imagen de representatividad política municipal inédita a lo largo de todas las tentativas fallidas que ha cubierto el proyecto del área central. Lastra entró en la reunión festejando "el sentido de la responsabilidad del municipalismo asturiano" y salió constatando "que el fenómeno metropolitano está siendo impulsado de manera convincente por ellos mismos", los ayuntamientos.

Inicio "con pies de plomo"

"Vamos con pies de plomo", reconoció. Van muy poco a poco, obsesionados por no molestar, tratando de que todas las decisiones las adopten siempre los municipios. Así será en las dos comisiones que tomaron forma ayer: a la de "autoorganización" aportará el Principado documentación sobre otras áreas metropolitanas; a la de movilidad se incorporará el equipo redactor del programa autonómico del transporte. La estructura de ayer se reproducirá de un modo abierto en los dos grupos de trabajo. Al frente de cada uno el Principado situará a un funcionario y ejercerá la coordinación de ambos el director de Urbanismo, Juan Fernández Pereiro.

A la entrada, uno de los representantes primarios del escepticismo era el edil del PP en Gijón Pablo González, que quiso precisar que acudía a un encuentro "informal" y a poner la "línea roja" en la integridad de las competencias del Ayuntamiento. Fernando Couto (Foro) se mostraba expresamente menos reticente ahora que ante el intento previo del Principado y valoraba que el área nazca "desde el respeto a la competencia municipal" y "sin correr demasiado". "Empezamos a hacer músculo y a ganar confianza", festejaba. El alcalde de Oviedo, Wenceslao López (PSOE), evalúa estos pasos como "los más consistentes que se han dado nunca para conformar el área de abajo arriba", y su vicealcaldesa, Ana Taboada (Somos), daba prioridad a la movilidad por delante del consejo, donde ve mucho que "debatir a largo plazo".