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Una muerte que ha llegado a los tribunales de justicia

"Vimos las compresas en el corazón", dice el equipo que operó al paciente del HUCA

Los médicos y enfermeros de la segunda intervención rechazan el informe del hospital y aseguran que tienen "pruebas concluyentes" para dar al juez

Una operación en un quirófano del HUCA. LNE

Las compresas estaban allí, en la cavidad torácica del paciente, cuando fue abierto para ser operado, y eso explica su muerte. Ellos, los cuatro, aseguran de forma taxativa que las vieron con sus propios ojos y que disponen de "pruebas concluyentes" que así lo demuestran. Y advierten a quienes lo nieguen que deberán verse las caras con ellos ante el juez, pues consideran que están atentando "contra nuestro honor y dignidad, causándonos un notorio perjuicio personal y profesional".

Así se expresan, al unísono y en un escrito oficial, los cuatro trabajadores del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) que participaron en la intervención quirúrgica que el pasado 2 de enero desembocó en la muerte de J. L. G. R., un ovetense de 44 años, padre de dos hijos. Falleció desangrado en el propio quirófano al sufrir un desgarro de la arteria aorta. Previamente, el 11 de diciembre, había sido operado para sustituirle la válvula aórtica. Las dos intervenciones fueron llevadas a cabo por equipos distintos. Las compresas de uso quirúrgico son empleadas a menudo para contener hemorragias.

El documento en el que el equipo que realizó la segunda operación manifiesta su versión de los hechos fue presentado en el registro del Principado el pasado día 15. Desde entonces, obra en poder del gerente del HUCA, Luis Hevia Panizo, y éste lo ha remitido a la jueza de instrucción que investiga el caso tras la denuncia presentada por la familia del fallecido. Los parientes del finado defienden que el fatal desenlace fue causado por "una negligencia penal". El cirujano que efectuó la primera operación ha sido llamado a declarar como investigado.

En el escrito, al que ha accedido LA NUEVA ESPAÑA, el cirujano cardíaco, el anestesista, el enfermero y la enfermera instrumentista que efectuaron la segunda operación dan su versión acerca de lo ocurrido ese día en el quirófano. Su testimonio manifiesta su "más absoluta disconformidad" con el informe que realizó semanas atrás la comisión interna de investigación creada por el HUCA para investigar el suceso, "al no ajustarse a la realidad de lo acontecido".

Dicho informe señala: "Se descarta la presencia de compresas quirúrgicas en la cavidad torácica tras la primera cirugía". Como ya adelantó este periódico días atrás, la comisión investigadora apoya esta versión sobre el argumento de que, si estuvieran, "las habrían detectado las pruebas radiológicas, y no las detectaron". "Esto no es una opinión: es irrefutable", sostienen fuentes hospitalarias, que puntualizan que las compresas están dotadas de un dispositivo "que permite detectar su presencia incluso con una simple radiografía".

Los autores de la segunda operación replican en su documento que "no alcanzamos a comprender cómo se puede afirmar rotundamente" dicha aseveración "cuando los cuatro comparecientes las han visto personalmente y, asimismo, documentado".

La historia clínica del paciente recoge, en relación a la segunda operación, un relato que concuerda plenamente con lo que ahora declaran los miembros del segundo equipo: "Apertura esternal. Retirada de coágulo justo encima de tubo de dacron, sin retirar los coágulos al completo. Se produce sangrado profuso e incohercible. Se siguen retirando coágulos para intentar controlar sangrados, retirando dos compresas de raíz de aorta y observando obulsión de raíz de aorta del anillo aórtico (se observa prótesis aórtica), con sangrado masivo que no da tiempo a tomar medidas contra el mismo. El paciente es éxitus". En el argot sanitario, a la muerte de un enfermo se la denomina éxitus.

El equipo de la segunda intervención subraya que, cuando se llevó a cabo la investigación interna del HUCA, ellos prestaron declaración y, además, entregaron al presidente de la comisión "pruebas concluyentes de lo declarado y, más en concreto, de la presencia de compresas quirúrgicas en la cavidad del paciente tras la primera cirugía". De ahí su sorpresa al leer el informe del citado grupo de trabajo y encontrarse que defiende otra versión.

Los firmantes de esta declaración no especifican en qué consisten esas "pruebas concluyentes" de las que hablan, pero en algunos ambientes hospitalarios se indica que puede tratarse de fotografías en las que las compresas aparecen en la cavidad torácica del paciente. El equipo ofrece en su escrito una pista de por dónde deberían ir, a su juicio, las indagaciones del caso: "Echamos en falta un estudio más detallado de la evolución clínica del paciente tras la primera cirugía, ante la presencia de ciertos datos que quizá deberían ser objeto de un examen más completo". Pueden estar refiriéndose -es una hipótesis- a la infección que sufrió el paciente pocos días después de la primera operación.

El caso está suscitando una notable tensión en el servicio de Cirugía Cardíaca del HUCA, al que pertenecen los integrantes de los equipos que practicaron ambas operaciones. Con el agravante de que se trata de una unidad relativamente pequeña y cuyo trabajo suele circunscribirse a las dependencias quirúrgicas, razón por la cual es inevitable que los miembros de los equipos tengan que cruzarse, y de alguna manera que trabajar juntos, por difíciles que sean las relaciones entre unos y otros.

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