Aurelia Díaz Fuente, de 83 años, falleció ayer el uci del Hospital Universitario Central de Asturias, donde permanecía ingresada desde el pasado lunes en estado "muy grave". Es la segunda víctima mortal del incendio en un edificio de El Berrón que el pasado lunes se cobró la vida de Rubén Fonseca, de 41 años.

Paloma Suárez y Miguel Ángel Parajón, hija y yerno de la fallecida, ya avanzaban a primera hora que la mujer se encontraba "regular". "En las placas en los pulmones, sólo se ve negro", por el humo inhalado. "No responde a estímulos, está intubada y en coma", resumían sobre su estado. A última hora de la tarde se confirmaron los peores presagios.

Según sus allegados, la mujer gozaba de "muy buena salud" y tenía una "vitalidad increíble". Su yerno agregó que los vecinos contaron que ella bajaba "dando voces y avisando" del fuego a todos. Entre tanto, los electricistas continúan trabajando para devolver el suministro eléctrico a la comunidad y a los negocios colindantes. La policía científica de la Comisaría de Gijón ha determinado que el origen del fuego fue "accidental y fortuito" y lo atribuyen a un "problema eléctrico", que ahora tendrán que determinar los técnicos.

"Pudimos haber muerto todos", aseguraba Montserrat Rodríguez, vecina del primero. Ayer volvió para recoger medicamentos. "Pusimos una toalla mojada en la puerta y salimos para la terraza, con otra toalla en la puerta de la cocina", contó visiblemente afectada por lo sucedido. "Tengo un frío tremendo en el cuerpo y las imágenes, en la cabeza", apuntó. La que más le impactó fue la de pequeña Carla.

Entre tanto dolor brotan los buenos gestos. Cuando Paloma Suárez volvió el lunes a casa se encontró un tupper con sopa y una tortilla de patata que le había llevado una amiga, "para que cenáramos", dice emocionada.