A la localidad de El Berrón le costó ayer despertar después del mal sueño de haber perdido a uno de sus vecinos, Rubén Fonseca, de 41 años, en el incendio de su propio edificio. Pero más duro aún fue para su esposa, Verónica Iglesias, de 39 años -que ayer recibió el alta hospitalaria- y para su hija mayor, Nerea, de 15 años, pasar la primera noche sin él. Pasadas las once de la mañana regresaron a su vivienda, en el tercero B, para recoger algunas pertenencias. Lo hicieron rotas de dolor y apenas estuvieron unos minutos en casa.

Los vecinos se han volcado con la familia y ayer mismo, de forma espontánea, convocaron al mediodía dos minutos de silencio, secundados por decenas de personas, en recuerdo de Rubén Fonseca y para dale fuerza a la familia. Allí se encontraba José Luis Martínez, uno de los heridos en incendio, que celebra su suerte. "Me pusieron oxígeno siete u ocho horas porque tragué mucho humo, pero estoy bien", afirma. Él y su esposa fueron de los primeros en darse cuenta del fuego. Estaba viendo la tele. Era sobre la una y media o dos de la madrugada cuando se fue la luz. Comprobó el diferencial, pero estaba todo correcto. "Abrí la puerta y vi que el humo subía. Empecé a llamar a todos para que despertaran", detalló. Ellos optaron por subir al quinto. Allí se refugió en casa de Ramón Ángel Junco, que tras pasar la noche en un hotel en Noreña regresó ayer a casa. "Huele mucho a humo y salí tosiendo", advirtió a José Luis Martínez, quien ha decidido alojarse en casa de su hija.

Los Servicios Sociales de Siero han recibido una solicitud de alojamiento. El Consistorio correrá con el gasto de una noche de hotel y si hoy, la situación se prolonga le concederán una vivienda de emergencia hasta que pueda regresar a la suya. Sólo una de las vecinas ha decidido quedarse en el inmueble, sin luz, calefacción y sin poder cocinar.

En las redes sociales una iniciativa propone recaudar fondos para la familia de Rubén Fonseca.