El Ayuntamiento de Langreo no limitó la libre concurrencia de empresas en el concurso convocado en 2017 para la adquisición de 795 contenedores de residuos urbanos, por importe de 410.000 euros. Así lo aseguró ayer el alcalde, Jesús Sánchez Antuña (IU), que de "motu propio" informó a los grupos municipales de los detalles del concurso a raíz de una información publicada por este periódico en la que se contaba que cuatro concursos de las Cuencas, concretamente de Mieres, Langreo y San Martín del Rey Aurelio, habían acabado en manos de la misma empresa porque los pliegos, con muchas similitudes entre ellos, incluían cláusulas que sólo la adjudicataria podía cumplir. En algunos procedimientos había incluso un párrafo que coincide con la descripción de una patente de la adjudicataria.
El Alcalde negó tajantemente que el contrato de Langreo se encontrase en este supuesto. El Ayuntamiento langreano admite que tomó como referencia concursos anteriores de Gijón y Mieres, porque ya habían implantado el mismo sistema de recogida de basura que el gobierno local quería para su municipio. En el pliego langreano se pedían condiciones tales como que los contenedores fueran preferiblemente construidos mediante rotomoldeo o que la tapa de usuario no sobresaliese más de 25 milímetros del cuerpo del contenedor durante la apertura, características que distintas empresas del sector consideraron limitativas de la libre concurrencia, según pusieron de manifiesto a este periódico, si bien ninguna de estas empresas recurrió formalmente la licitación. En el pliego langreano no había referencias a ninguna patente, aunque sí en dos de Mieres.
El Alcalde langreano asegura que había más empresas que la adjudicataria que cumplían las condiciones exigidas y que incluso las que no lo hacían podían haberse presentado, aunque en esos apartados concretos no hubieran obtenido puntuación. "Otras empresas aparte de la ganadora podían cumplir los criterios y nada impidió que ofertasen. Los requisitos de los que hablamos sólo representaban cinco puntos sobre cien", sentenció Jesús Sánchez. El Ayuntamiento de Langreo aporta como prueba un concurso similar convocado por la empresa pública Emulsa de Gijón en 2016. En aquel caso, cuatro empresas presentaron ofertas y pasaron a la fase de selección. La adjudicación recayó finalmente en la misma que resultó ganadora en Langreo.
Las condiciones exigidas en el concurso de Langreo no coinciden con la información publicitaria de la adjudicataria que consta actualmente en su página web. Tampoco se trata de los contenedores más caros del mercado, asevera el gobierno municipal, prueba de ello es que en Gijón hubo ofertas a precios más elevados.
"Quien contrata permite que se presente todo el mundo, pero marca prioridades con argumentos técnicos y puntúa. Teníamos claro qué tipo de sistema pretendíamos implantar porque se trata de comprar algo para 25 años. Se perseguía conseguir lo mejor para los vecinos. Buscábamos la oferta más rentable para el objetivo que nos marcamos", subrayó el Alcalde, que no está dispuesto a que los recelos de las empresas del sector puedan poner en duda su honestidad, la del Ayuntamiento y, sobre todo, la de los técnicos del Ayuntamiento de Langreo.
Los responsables municipales langreanos consideran que si otras empresas no presentaron ofertas al concurso de contenedores no fue porque no pudieran a juzgar por los requisitos pedidos, sino porque a la vista del resultado del procedimiento gijonés, del que acabaron descartadas, vieron que no podían competir. En todo caso, señaló Sánchez, esa fue una decisión de las empresas y ningún caso debida a la existencia de una restricción establecida en los pliegos técnicos.
