Menos pruebas invasivas y, en consecuencia, menos riesgos de aborto para las embarazadas asturianas que hasta ahora tenían que someterse a una amniocentesis en caso de que hubiese alguna duda de alteración cromosómica en el feto, como, por ejemplo, un posible caso de síndrome de Down, la alteración más común.

El consejero de Sanidad, Francisco Pérez del Busto, anunció ayer durante una visita al laboratorio del Hospital Central Universitario de Asturias (HUCA) que a partir de este verano se comenzarán a realizar análisis prenatales de ADN, lo que reducirá hasta en un 85 por ciento el tener que someterse a una prueba invasiva como es la amniocentesis. Es una prueba fiable al 99% en casos de Down.

El análisis prenatal de ADN se aconsejará a todas aquellas gestantes que durante sus tres primeros meses de embarazo y tras haberse llevado a cabo el cribado combinado den positivo en esta prueba, lo que apunta a una posible alteración de los cromosomas del feto. Si hasta ahora las embarazadas se sometían directamente a una amniocentesis, a partir del verano, dependiendo del riesgo de alteración cromosómica que se diagnostique, podrán optar por el test prenatal de ADN, que se lleva a cabo con un simple análisis de sangre.

La amniocentesis es una prueba invasiva a través de la cual se lleva a cabo una punción del útero para tomar una muestra del líquido amniótico, que es el que rodea al feto en la matriz. Se realiza cuando la mujer está entre la semana 16 y 22 de embarazo, pero conlleva un pequeño riesgo de sufrir un aborto. Es por esta razón por la que las gestantes que se someten a ella requieren de reposo varios días después de someterse a la prueba. La nueva prueba de ADN elimina este riesgo.