La Fiscalía de Medio Ambiente ha encontrado indicios de delito en la obra que el Ayuntamiento de Aller acometió en la carretera entre Llananzanes y Piedrafita. El Ayuntamiento solicitó un permiso para llevar a cabo una limpieza en la carretera y se acabó por abrir una pista de siete metros de ancho en una zona de gran valor ecológico. La obra se ejecutó en un monte de utilidad pública declarado zona de especial conservación para aves y enmarcado dentro de la red "Natura 2000", donde hay presencia de urogallo y oso pardo. Pero el Ayuntamiento no solicitó licencia urbanística ni autorización ambiental y el informe del aparejador recoge textualmente que "las obras ejecutadas poco o nada tienen que ver con la autorización para la mejora del camino autorizada". Los ecologistas aseguran que el Ayuntamiento ha iniciado acciones para intentar legalizar la obra a posteriori. Ahora, una vez que ha intervenido la Fiscalía, el Servicio de Espacios Protegidos y Conservación de la Naturaleza propone un expediente sancionador. "Un hecho que resulta extraño, ya que el 12 de enero de este año el consejero Fernando Lastra reconocía por escrito que no se había llevado a cabo ninguna actuación desde su Consejería", explican los ecologistas.