La filtración de las notas del examen de médico interno residente (MIR), que se produjo ayer, unas horas antes de su publicación oficial, originó un gran escándalo entre los casi 14.500 licenciados en Medicina que se presentaron a la prueba en la que estaban en juego 6.513 plazas para especializarse en un centro sanitario español. La prueba se celebró el pasado 10 de febrero.

La sorpresa fue mayúscula cuando, durante la tarde de ayer, comenzó a circular por internet y grupos de whastapp un documento en pdf con datos personales y resultados de los candidatos. Lo previsto era que ese listado -de carácter provisional, sujeto a reclamaciones- estuviera expuesto desde hoy martes, para su consulta física, en las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno de todo el país. En internet, estaba anunciado que los datos estarían disponibles a partir de las cero horas de hoy martes, pero el acceso a los mismos está limitado a quienes disponen de una clave que sólo se facilita a los opositores.

Un portavoz del Ministerio de Sanidad confirmó a última hora de ayer la autenticidad del documento filtrado. Sin embargo, no trascendió si el Departamento que dirige Dolors Montserrat va a adoptar alguna medida de respuesta a una filtración que ha causado estupor e inseguridad. El listado recoge nombres, apellidos, DNI, nacionalidades y situación administrativa de los aspirantes; así como su puntuación en la prueba y méritos académicos. "Se trata, sin duda, de información sensible", declararon ayer a este periódico fuentes de la Academia MIR de Oviedo, que cada año prepara para el examen a más de un millar de médicos.