Ni la Fiscalía de Menores, ni el Principado, a través de la Unidad del Juego, han abierto expediente alguno por presencia de menores en salones de juego u otros establecimientos con tragaperras u otras máquinas de azar, aunque si se ha descubierto a alguno intentándolo, según la directora general Seguridad, Pilar Alonso. Preocupa que los menores puedan acceder a estos locales con documentación falsa. Para evitarlo, la Unidad Adscrita -cinco agentes de la Policía Nacional- redoblará las inspecciones, sobre todo en los establecimientos donde se hayan detectado esos intentos de acceso, pero también en los cinco mil bares que tienen tragaperras al alcance de los menores.

El nuevo plan de inspecciones contará con un instrumento novedoso que ayer se presentó en el Palacio Conde Toreno de Oviedo, un protocolo de menores que establece al milímetro qué hacer con aquellos menores sorprendidos jugando o intentado hacerlo. En el casino, salas de bingo y locales de apuestas existe ya un control de acceso que permite, mediante la solicitud de la documentación, detectar la presencia de menores, totalmente vetada. Lo mismo ocurre en los salones de juego. El protocolo exige que se solicite el DNI. En caso de que se presente, y se trate de un menor, se le impedirá el acceso. Si no presenta la documentación, también. Si entonces intenta entrar a la fuerza, el protocolo establece avisar de inmediato a la Policía Local y al Grupo de Inspección del Juego, también si se sospecha de una falsificación o usurpación de identidad. Habrá que avisar a los padres e incluso a los centros educativos si el menor está jugando en horario lectivo.

El mayor problema se plantea en los bares, donde los menores pueden acceder con más facilidad. Los responsables de los locales tendrán que pedir la documentación si hay dudas sobre la edad. Si no presenta documentación, debe impedírsele la práctica y solo en caso de que altere el orden avisar a la Policía. Según explicó el subinspector Javier Cortina, jefe accidental del Grupo de Inspección del Juego, se ofrecerá formación a los agentes locales. Las inspecciones del Grupo también incidirán en los llamados "prohibidos", las personas que de forma voluntaria u obligada no pueden apostar. El objetivo de las inspecciones es que "los locales lleven de forma estricta la prohibición de entrada".

El consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, indicó que no existen datos de ludopatía entre menores y advirtió del problema del juego online. También señaló que el del juego es un sector muy intervenido y los empresarios, los primeros interesados en que se respete la ley. Con el protocolo se pretende involucrar a todas los sectores e instituciones en la prevención.

Medidas de seguridad

El fiscal de Menores, Jorge Fernández Caldevilla, presente en el acto, indicó que "no es preocupante el problema del juego presencial entre menores, aunque sí el del juego online, más difícil de detectar. Máximo Gutiérrez, presidente de Ludópatas Asociados en Rehabilitación (Larpa), se mostró más preocupado. "Los menores juegan y vamos a ver qué hacemos para evitarlo", indicó. Según señaló, el 90 por ciento lo hace suplantando la identidad de alguna persona. Y reclamó medidas de seguridad para evitar el acceso de los menores al juego. "En los últimos diez días nos están entrando del orden de dos personas en la asociación, chicos muy jóvenes, ludópatas de 19 años, lo que quiere decir que han estado jugando siendo menores. Hay que cortar eso", advirtió.