Paz Fernández, la gijonesa de 43 años que apareció este martes en el embalse de Arbón asesinada, habría quedado el día de su desaparición, el 13 de febrero, con un hombre con el que se solía ver habitualmente y que le iba a dejar 800 euros para arreglar su caravana. O al menos esa es la versión que cuenta el hombre con el que fue vista la gijonesa por última vez en Navia, Javier Ledo Ovide.

Así se lo habría explicado ella a este vecino de Coaña, quien matiza que este hombre "ya le había dejado otros 800 euros más en otra ocasión". Ledo, última persona con la que Paz Fernández fue vista antes de desaparecer, dice que no sabe si finalmente el encuentro se produjo, pero que ésa era la razón por la que Paz Fernández se encontraba ese fin de semana en Navia.

Según Javier Ledo, que es consciente de que es uno de los principales sospechosos aunque niega toda relación con la muerte de su amiga, "Paz era una bellísima persona, alegre, siempre sonriente. A mí me ayudó muchísimo después de mi separación, y estoy deseando que la Guardia Civil y la Policía Judicial den con el autor o autores de los hechos",

Paz Fernández y Javier Ledo pasaron varias horas juntos el día 13 de febrero. Estuvieron tomando algo en dos locales muy conocidos de Navia; en el San Francisco, donde ella pensaba quedarse a dormir aquella noche, y en la sidrería Cantábrico. Después, según Ledo, ella se fue a su casa, sita en el centro de la villa naviega y muy cercana al hostal donde se alojaba su amiga, y quedaron en verse por la noche para cenar.

Pero algo truncó los planes de aquella noche tranquila entre amigos, siempre según la versión de Ledo. A eso de las nueve y veinte de la noche Paz le envió a su amigo varios audios en los que le decía que no se encontraba bien.

Javier Ledo le llamó varias veces pero ella no le respondió, y finalmente fue su amiga la que le devolvió la llamada, pero mientras hablaba con Javier Ledo "a ella le sonó otro teléfono que tenía y ya no supe más", explica este vecino de Coaña.