El concepto de "compliance" -lo que en español podría ser traducido como "cumplimiento de las normas"- empezó a calar en círculos empresariales españoles hace apenas cinco años. Hoy en día es un campo de actividad en vías de crecimiento y que ha alumbrado profesionales como el gijonés Iván Martínez López, presidente de la World Compliance Association (WCA), un organismo con vocación internacional abierto a la participación de profesionales interesados en difundir las ventajas que aporta a cualquier organización un gobierno marcado por la ética, la transparencia y el cumplimiento de las leyes. La agenda de trabajo de la WCA marca como próximo hito la organización en Vigo (Pontevedra) del primer congreso internacional sobre el cumplimiento de la legalidad en la industria pesquera (días 6 y 7 de junio). El asturiano que preside la WCA explica en esta entrevista por qué se ha visto conveniente poner el foco del "compliance" sobre la pesca.
- ¿Acaso es el de la pesca un sector especialmente incumplidor de las normativas?
-Como otros sectores tradicionales siempre ha sido un sector que podríamos definir como "informal". Es decir, un ámbito en el que, fruto del hábito y de vicios adquiridos, resulta frecuente que se bordee la legalidad. Esto ocurre en lo tocante a la fiscalidad, a las relaciones laborales... Hay, digamos, un cierto nivel de "desarreglo" en diversos ámbitos de su funcionamiento.
- ¿Y tiene arreglo?
-Claro que lo tiene, y hay iniciativas en marcha que así lo demuestran. Más allá de la existencia de zonas opacas u oscuras, algunas empresas y organizaciones están poniendo los pilares para la normalización de la actividad y el cumplimiento normativo.
- ¿Admitir que hay problemas es el primer paso para solucionarlos?
-Es como cuando abordamos una problemática de corrupción: ¿queremos que salten a la luz los casos o no? Conocerlos permite empezar a "sudar la fiebre", como si de una enfermedad se tratase, y dar el tratamiento adecuado para la recuperación del enfermo, Si sudamos es que vamos por el buen camino. Además, la clase política, con todo lo que ha pasado en este país, ya se ha dado cuenta de que la ciudadanía penaliza la corrupción y traslada su malestar a la intención de voto, lo que se traduce en un cambio de paradigma de la forma en que los gobiernos atacan el problema de los incumplimientos de la legalidad.
- ¿Cómo pueden ayudar las técnicas de "compliance" a los pescadores?
-Como cualquier otro sector, o quizás este de la pesca más aún por su características específicas, hay un amplísimo catálogo normativo que condiciona la actividad de las empresas. Los asesores de "compliance" dan herramientas básicas para orientarse en esa tupida red de leyes, construyen el esqueleto básico que sostiene, legalmente hablando, la actividad empresarial y montan los mecanismos que proporcionan respuestas para moverse con seguridad en cada situación.
- Es habitual la queja de los pescadores con respecto a la gran cantidad de leyes, decretos, normas, directivas, reglamentos y demás textos legales que afectan a su actividad.
-Y no les falta razón, están ciertamente sobrepasados; de ahí la importancia que puede tener el "compliance" como vía de ayuda.
- Puede haber quien se vea tentado a "tirar p'alante" con la esperanza de que no le cojan nunca en un renuncio.
-Alegar ignorancia de la ley no sirve para evitar la sanción que haya sido impuesta, y la política del "total, nunca pasa nada" es suicida: tarde o temprano acaba pasando, y a raíz de las últimas reformas legales, caso del Código Penal o la Ley de Transparencia, la dureza del castigo puede significar la muerte de la empresa.
- O sea, que aconseja prevenir antes que lamentar.
-Me esfuerzo a diario en convencer a los empresarios de que es más rentable ser ético que lo contrario.
- Volviendo al ámbito pesquero, ¿qué aspectos de la actividad serán analizados desde la óptica del cumplimiento normativo en el congreso a celebrar en Vigo?
-La presencia de una veintena de ponentes garantiza un análisis exhaustivo de cómo diferentes normativas afectan a las empresas pesqueras. Se hablará de la responsabilidad penal de las empresas del sector -que es común a la de otros sectores, pues desde la reforma del Código Penal las personas jurídicas pueden ser condenadas por los actos de sus empleados-, de los delitos de contrabando, del control tributario de las operaciones y rentas pesqueras, de la pesca ilegal, de la seguridad alimentaria, de las condiciones laborales dignas o de la responsabilidad ambiental.
- Presuponiendo que ser cumplidor compensa en términos reputacionales, ¿podrían las empresas de la pesca obtener un plus de valor adoptando prácticas de buen gobierno, ética y honestidad?
-Hay marcas que lo hacen, por supuesto que la pesca también se podría beneficiar de esa buena imagen. Hay consumidores dispuestos a pagar más por productos avalados por su procedencia de ámbitos en los que imperan las buenas prácticas. La reputación es un arma de doble filo: si la cuidas, te beneficia; si la pierdes, acaba contigo.
- Quizás algún modesto pescador, algún armador dueño de una pequeña lanchina, lea esta entrevista y piense que sus palabras van dirigidas a las grandes empresas de la pesca, que lo del "compliance" no va con él.
-Y posiblemente ese pescador insulte al político de turno que sale en las noticias porque lo investigan por corrupción. ¡Como si sólo robara él! El cambio social que ha comenzado en España, la adopción de nuevos esquemas de cumplimiento normativo empieza por uno mismo e involucra a todo el mundo.
- ¿Es consciente de que dice esto en el país del "con IVA o sin IVA"?
-Es cierto que venimos de la cultura del "vale todo", de un tiempo en que el defraudador era visto como el listo del cotarro, pero eso está cambiando. La intolerancia ciudadana a la corrupción y al fraude gana enteros cada día.
