Tania Lestón tiene claro que a las mujeres se les exige más trabajo que a los hombres para alcanzar las mismas metas. En su Facultad hay mayoría femenina, pero en los puestos de responsabilidad las cifras se reducen. "Las mujeres siempre somos las que anteponemos la familia y la pareja a la vida laboral; mis compañeros nunca se plantean ésta cuestión", lamenta.

Marita Aragón renunció a ser rectora para cuidar a su madre. "Es algo que un hombre no se habría plantrado, pero yo lo tenía claro", asegura. Antes había sido la primera mujer decana, y más tarde la primera vicerrectora de la Universidad de Oviedo. "Estudié filología para poder viajar", explica. Y añade: "En mi trabajo nunca sufrí discriminación, pero sí tengo claro que nosotras asumimos más responsabilidades".