Javier Ledo, el vecino de Navia detenido como presunto autor del crimen del embalse declarará el próximo lunes en el juzgado de primera instancia e instrucción de Luarca que investiga los hechos. Ledo asistió a lo largo de todo el día de hoy a varios registros a los que llegó esposado y en compañía de los agentes de la Guardia Civil que le detuvieron. El arresto tuvo lugar apenas unas horas después de que el presunto asesino de la gijonesa Paz Fernández Borrego declarara en una entrevista en exclusiva para LA NUEVA ESPAÑA que no tenía nada que ver con lo sucedido.

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Una vez que se produzca el interrogatorio Ledo podría ser enviado a prisión. La juez de Luarca tomará la decisión de encarcelar al reo o disponer su libertad en cargos una vez que escuche la petición de la representante del Ministerio Fiscal.

El detenido llegó al juzgado en torno a la una y media, tras haber pasado previamente por el cuartel y tras un primer registro a su vivienda de casi dos horas La Guardia Civil fue a buscarlo a su casa hoy, a las 9.00 horas para testificar en el cuartel por el crimen de la gijonesa Paz Fernández. Ledo ha declarado en calidad de detenido. Tras hablar con el juez, en torno a las tres de la tarde, ha vuelto a su vivienda de Navia para un segundo registro. A las 23.45 horas, terminaron las labores de inspección de su hogar. Una intensa búsqueda de pruebas que se suma a las casi dos horas que ya dedicaron por la mañana. En total, casi 11 horas de minucioso trabajo en casa de Ledo.

"Soy inocente". Con estas palabras Javier Ledo, el coañés con el que fue vista por última vez Paz Fernández, ha querido volver a proclamar, a su salida del Juzgado de Luarca esta tarde y antes del segundo registro en su casa, que él no es el responsable de la muerte de la gijonesa asesinada de forma violenta y cuyo cuerpo apareció el martes en el embalse de Arbón.

La Guardia Civil registra la casa del detenido por la muerte de Paz Fernández

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Paz Fernández luchó por su vida

Fue consciente del ataque que estaba sufriendo y trato de defenderse, pero no pudo sobrellevar la violencia ejercida por su asesino. La gijonesa que desapareció el 13 de febrero en Navia y fue hallada el pasado lunes en el embalse de Arbón (Villayón) luchó a brazo partido con su homicida, tanto que sus brazos muestras claras señales de resistencia, las llamadas lesiones de defensa. Las lesiones que presenta en el cuello podrían ser compatibles con un intento de estrangulamiento.

No obstante, lo que la mató fueron los fuertes golpes recibidos con un objeto contundente en la cabeza, que le fracturaron el cráneo. El estado en el que fue encontrado el cadáver apunta además a una posibilidad inquietante. La mujer llevaba el vestido negro con el que se la vio por última vez el día que desapareció, pero no llevaba ropa interior. Esta circunstancia apuntaría a que fue agredida sexualmente, o que mantuvo relaciones con su asesino y luego, por alguna razón, algo se torció y fue asesinada.

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La Guardia Civil busca pruebas en el embalse de Arbón sobre la muerte de Paz Fernández