Tercer registro del domicilio de Javier Ledo. La Guardia Civil ha vuelto esta mañana a la casa del único detenido por su presunta implicación en la muerte violenta de Paz Fernández Borrego, tras casi once horas de inspección durante la jornada de ayer. La visita de hoy ha sido más breve. Los agentes han permanecido en la vivienda cerca de una hora y, después, la han precintado de forma minuciosa. En cuanto a las pruebas halladas ayer, ya han sido remitidas al laboratorio de criminalística de la Guardia Civil para su análisis, según ha informado la Benemérita a través de una nota de prensa.
Los registros se realizaron ayer en Navia con el objetivo de recabar pruebas de la implicación del hombre en el caso, para su inclusión en unas diligencias que han sido declaradas secretas por el juzgado de Luarca. El detenido fue conducido ante la juez poco después de la una y media de la tarde. Allí compareció durante aproximadamente dos horas. No ha trascendido el tenor de su declaración, aunque todo indica que negó cualquier relación con el crimen. Previamente había sido conducido al cuartel de la localidad en calidad de detenido. Tras hablar con la jueza encargada del caso, en torno a las tres de la tarde, los agentes volvieron a su casa para un segundo registro, que se prolongó hasta las doce menos cuarto de la noche.
En los registors han participado agentes de la Compañía de la Guardia Civil de Luarca y de Policía Judicial y Laboratorio de Criminalista de la Comandancia de Oviedo, que han contado con el apoyo de perros adiestrados en la búsqueda y detección de restos biológicos del Servicio Cinológico de la Guardia Civil.
El detenido sigue custodiado por la Guardia Civil para la realización de más actuaciones y diligencias, previas a su presentación ante la autoridad competente.
Paz Fernández Borrego, de 43 años y dos hijos, desapareció en Navia el pasado 13 de febrero. Fue este martes 6 de marzo cuando un deportista que estaba remando en un embalse próximo descubrió su cuerpo. La autopsia realizada al cadáver determinó el fallecimiento por muerte violenta y el cuerpo presentaba varios golpes contundentes en la cabeza y marcas en el cuello propias de intento de estrangulamiento.
Javier Ledo Ovide fue la última persona con la que fue vista por Navia la gijonesa Paz Fernández. Este coañés explicó el jueves a LA NUEVA ESPAÑA su versión de los hechos con los pormenores de aquella tarde al sentirse acosado por la Guardia Civil. "Mientras me están persiguiendo a mí dejan de buscar al verdadero asesino", aseguró. Ledo afirmó que hay lagunas en la investigación y temía que por la presión social y las ansias de resolver el caso le fuese a caer "la culpa". "Podrán encontrar un pelo mío en su coche o un cigarrillo, es normal, pero yo tengo mi conciencia tranquila", sentenció.
