Javier Ledo, único detenido por la muerte de la gijonesa Paz Fernández, confesó ayer el crimen, según fuentes de la Guardia Civil. Un equipo de buzos trabajó esta mañana en el pantano donde fue encontrado el cuerpo para recabar nuevas pruebas. Desde las 07.30 horas, Ledo se encuentra en los Juzgados de Luarca. El acusado ha llegado entre fuertes medidas de seguridad. A las 08.00 horas ha llegado su abogado. La Policía Local mantiene acordonadas las aceras frente al edificio.

Fuentes conocedores del caso han indicado que "con las pruebas recabadas" por los agentes de la Benemérita, "lo más previsible es que la Fiscalía solicite el ingreso en prisión". De aceptar la jueza, Ledo sería trasladado al Centro Penitenciario de Asturias.

La Guardia Civil detuvo a Javier Ledo a primera hora de la mañana del viernes. La tarde anterior había mantenido una entrevista con LA NUEVA ESPAÑA en la que aseguraba que era consciente de que todos los ojos estaban puestos en él porque había sido la última persona a la que se había visto con Paz Fernández, pero proclamó varias veces su inocencia y advirtió de que los investigadores estaban perdiendo el tiempo mientras el asesino andaba suelto. Al día siguiente, cuando le llevaron a su casa en Navia para que estuviera presente durante el registro, volvió a proclamar su inocencia a voces, en la calle, ante los medios de comunicación. Los investigadores se llevaron numerosas muestras, objetos y ropa de la vivienda, en la que se encontraron restos de sangre.