La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Tres casos que conmocionan a Asturias | Las reacciones locales

Un excompañero de Ledo: "Decía que tenía imán, un don especial para las mujeres"

El coañés detenido contaba en su entorno que había tenido ya dos infartos, pero "fumaba tres cajetillas de tabaco al día"

¿Quién es Javier Ledo? No es una persona muy conocida en Navia y sus alrededores, salvo en los locales de hostelería que frecuentaba. Y no son muchas las personas que dicen conocerle bien, aunque quienes lo hacen coinciden en que tenía un buen concepto de sí mismo. Uno de ellos, que trabajó con él pero que exige anonimato, asegura que estaba "obsesionado con las mujeres" y que "cuando empezó a salir con Paz" (Fernández) le dijo: "Estoy con una que conocía yo de antes, de Gijón, que está cargada de dinero y tiene una caravana. Voy a sacarle todo el dinero".

También aseguró que el coañés ahora detenido pensaba que él tenía " un don especial con las mujeres". "Algo tengo yo que tengo imán para ellas", asegura esta persona que el único detenido por el crimen del embalse de Arbón decía de sí mismo.

Esta misma persona explicó que Javier Ledo fumaba tres cajetillas de tabaco al día y que antes de iniciar la relación con Paz Fernández "estuvo con Mila, una chica de Tapia". Relató también que contaba que le habían dado dos infartos, y llamó la atención sobre el hecho de que "es una casualidad que en varias casas en las que estuvo trabajando, después se produjeran robos".

Un dato llamativo sobre lo poco conocido que era el coañés fuera de su ambiente es que, al contrario de lo que suele ocurrir en estos casos, mientras la Guardia Civil procedía al registro de su vivienda en el centro de Navia la vida continuaba con normalidad sin que se produjesen las habituales concentraciones de vecinos y curiosos en el entorno.

Javier Ledo también relató sus dolencias a la Guardia Civil las veces que acudió a declarar antes de su detención. Y a LA NUEVA ESPAÑA, en el transcurso de la entrevista realizada el pasado jueves por la tarde, justo antes de su detención. En ella afirmó que a los investigadores "les dije que iba a exponer lo que tenía, voluntariamente, y que si no tenían más preguntas, que yo me marchaba a mi casa, que tenía que tomar la medicación para lo de los infartos y para la pierna, que tenía escayolada. Además, tenía que pincharme para los trombos".

Los comentarios más extendidos en el entorno de Navia inciden en que "él solo" no pudo cargar con el cuerpo de Paz Fernández, meterlo en un coche, llevarlo al embalse, sacarlo del coche y arrojarlo al agua. "Por su complexión, es imposible que pudiera hacerlo", insistía un parroquiano.

El único detenido por la muerte violenta de Paz Fernández insistió durante esa entrevista en su inocencia: "Yo no hice nada a la pobre Paz", aseguraba mientras repetía que él había facilitado a la Guardia Civil toda la información que tenía y hasta las conversaciones que había mantenido con ella horas antes de su desaparición. También admitió que los investigadores no le creían y que querían "poner en mi boca cosas que yo no he dicho, pero por ahí ya no pasé".

Compartir el artículo

stats