Cuarenta y seis mujeres de entre cada diez mil asturianas son víctimas de violencia de género. Es la cuarta tasa más baja del país, veinte puntos por debajo de la media, pero los juzgados de la región no dejan de recibir denuncias -en total, 2.711 denuncias el año pasado- e incluso va en aumento pues hubo cinco denuncias más que en el ejercicio precedente. En total fueron 2.505 las mujeres que pusieron en conocimiento del juzgado haber sido víctimas de violencia machista.

Estas denuncias llevaron a que se incoasen 833 órdenes de protección, de las que 255 fueron denegadas y 566 adoptadas. En todo el país fueron 166.620 las denuncias registradas, un 16,4% más que en 2016, y el número de víctimas subió un 17,7% hasta las 158.217, las cifras más altas desde que las contabiliza el CGPJ. El informe hecho público ayer por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial señala que algo más de un 69 por ciento de las denuncias las presentó la propia víctima. Las tramitadas por intervención directa de la policía se sitúan en algo más del 15 por ciento de los casos mientras que las que fueron presentadas por familiares de la víctima alcanzaron un porcentaje ligeramente superior al dos por ciento del total.