Una avería grave, concretamente en los flaps, que el es mecanismo de las alas que ayuda a frenar a los aviones cuando toman tierra, ha obligado a un vuelo de Iberia entre Madrid y Asturias a regresar a la capital con el fin de disponer de una pista de mayor tamaño que la asturiana. Finalmente, el vuelo ha aterrizado en Madrid en modo alarma, con los bomberos activados en pista ante el riesgo de que se produjese un accidente. El avión tomó tierra finalmente sin mayores contratiempo, aunque con el consiguiente susto de los pasajeros.

El vuelo salió del Aeropuerto Adolfo Suárez a las 7:35 de la mañana. Tenía previsto aterrizar en Asturias a las 8:40. A las ocho y media de la mañana, el piloto advirtió a los pasajeros de que había una avería y que se volvían a Madrid debido a que precisaba una pista más larga por la grave avería que sufría el aparato. Los flaps ralentizan la velocidad del avión tanto en el momento del despeque como del aterrizaje. Si se carece de ellos, es mucho más difícil frenar el aparato. El avión estuvo unos veinte minutos sobrevolando el aeropuerto asturiano, antes de emprender el regreso a Madrid.

Al tratarse de un aterrizaje de riesgo, que no de emergencia, como subrayó el piloto, se activó a los bomberos del aeropuerto. No obstante, el aterrizaje se produjo sin problemas. Una avería en los flaps fue lo que motivo el accidente de Spanair en Barajas el 20 de agosto de 2008. Los pilotos no desplegaron los flaps y se averió la alarma que lo advertía. Al intentar despegar sin los flaps activados, el avión no pudo ganar altura y se salió de la pista. En el accidente murieron 154 personas.

El avión de Iberia que se averió esta mañana es un A-319, un aparato que aterriza sin problema alguno en el aeropuerto asturiano en cualquier condición meteorológica.