Javier Ledo pasará unos días en el módulo de ingreso del Centro Penitenciario de Asturias, mientras se somete a los habituales trámites administrativos y revisiones médicas y psicológicas establecidas en todos los centros penitenciarios para los internos nuevos. Pero este caso es algo especial, ya que se trata de lo que los funcionarios denominan un "preso mediático". Esta condición conlleva algunas medidas de protección añadidas, según explicaron fuentes conocedoras del protocolo.

En un primer momento se le asignará un interno de confianza que le acompañará permanentemente para evitar un posible suicidio. Pero además, en casos como el de Ledo -o como ocurrirá en el de la asesina del pequeño Gabriel Cruz, Ana Julia Quezada-, la dirección del centro penitenciario tendrá que valorar y decidir en qué módulo ingresará el nuevo reo, ya que "por los delitos cometidos y su perfil tan mediático, podría ser agredido por otros presos", explicaron dichas fuentes.