Javier Ledo, el presunto asesino de la gijonesa Paz Fernández Borrego, no se declaró culpable ante la jueza y la fiscal que le tomaron declaración el pasado lunes en el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Luarca. Fuentes conocedoras del caso aseguraron que en su testimonio afirmó que la muerte de la mujer había sido "accidental", y sólo reconoció que se había desecho del cuerpo arrojándolo al embalse de Arbón (Villayón). La noche anterior había confesado el crimen a los agentes de la Guardia Civil. Los investigadores sospechan que Ledo, el único acusado hasta el momento, transportó el cadáver en el coche de la víctima porque dentro encontraron manchas de sangre y fue trasladado de Navia, donde inicialmente lo aparcó Paz Fernández, al Hospital de Jarrio. El equipo de submarinismo de la Guardia Civil (GEAS) continuó ayer rastreando el fondo del pantano en busca de una manta en la que supuestamente habría envuelto el cadáver, el bolso de Paz Fernández y el arma homicida.

El único acusado de la muerte de la gijonesa confesó el crimen en el cuartel de la Guardia Civil de Luarca el domingo por la noche, después de tres días de duros interrogatorios, de presenciar los registros de las casas familiares de Navia -donde supuestamente se cometió el crimen- y de Llosoiro (Coaña ), y de visitar con los agentes de la UCO y de la Policía Judicial el embalse en el que se deshizo del cadáver.

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Los agentes siguen buscando en el pantano pruebas del asesinato de Paz Fernández

Pero esa confesión la hizo el domingo por la noche en el cuartel de Luarca; no ante la magistrada del Juzgado de Luarca, Marta Huerta, ni ante la fiscal, Margarita Ranz, el lunes por la mañana. Ahí afirmó que la muerte de Paz Fernández fue "accidental", un argumento difícil de sostener cuando la autopsia ha revelado que la mujer presentaba varios golpes en la cabeza y en el cuello, propinados con un objeto contunente, y que su cuerpo apareció con el mismo vestido con el que había sido vista por última vez en Navia, pero sin ropa interior. Sin embargo, por ley, el acusado no sólo puede negarse a declarar, sino que puede incluso mentir para defenderse. Las fuentes conocedoras del caso indicaron que ésta última sería la explicación que justificara el cambio de testimonio de Javier Ledo.

Aún así, ni la magistrada ni la fiscal, a tenor de las pruebas aportadas por la Guardia Civil, creyeron el relato del coañés de 42 años. Por eso la representante de la Fiscalía solicitó el encarcelamiento y la jueza decretó poco después el ingreso en prisión comunicada y sin fianza por un delito de homicidio, que puede convertirse en asesinato con agravante de género según evolucione la investigación.

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Javier Ledo abandona los juzgados y es enviado a prisión

Y es que las pesquisas de la Guardia Civil aún no han terminado, más allá de las inmersiones en el embalse de Arbón, hay muchas más pruebas y pistas que aún se están analizando. Entre ellas, la sangre que apareció en el coche de Paz Fernández y también la señal de su teléfono móvil. Tampoco han aparecido otros objetos personales de la mujer, que también buscan los buzos en el pantano de Arbón.