La Junta General del Principado acordó el reproche a la intervención del Gobierno del Principado en el yacimiento arqueológico del Chao Samartín, en Grandas de Salime. El proyecto de recuperación del castro grandalés consiguió el difícil hito del acuerdo transversal de la heterogénea oposición de la cámara, que con la sola oposición del grupo socialista dio de paso una iniciativa de IU en la que, según la justificación de la diputada Concha Masa, se reclama al Ejecutivo autonómico "que recapacite sobre la situación, paralice temporalmente las obras y entre tanto solicite informes de más fiabilidad a expertos", para sólo a partir de sus conclusiones "retomar el proyecto" previa consulta al Consejo de Patrimonio Cultural del Principado. Los antagonistas del Gobierno a izquierda y derecha convinieron en reconvenir la actuación del Principado en el castro, que según Masa "está generando alarma entre los expertos y las autoridades científicas". Confluyeron todos en lamentar el uso de hormigón o la instalación de una "caseta" en una zona sensible del yacimiento.

La diputada socialista Verónica Vior defendió en solitario el proyecto, firmado por arquitectos y no por arqueólogos según el reproche generalizado del resto de los grupos, por su "idoneidad y solvencia técnica", porque tiene todos los pronunciamientos favorables de los organismos competentes y porque así lo ha considerado, dijo, el Ministerio de Fomento para concederle financiación con cargo al 1,5 por ciento cultural. Está su valoración en la línea de lo que ayer expuso ya en la Junta el consejero de Cultura, Genaro Alonso, para quien esa atención financiera del Gobierno central es una prueba de la idoneidad del proyecto del Principado.

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