Los hombres tienen que aprender a que llorar no les dé vergüenza; tienen que quitarse la coraza, y algunos ya lo están haciendo, sostienen expertos masculinos en cuestiones de género. La emoción, por ejemplo, expresada por el comandante de la Unidad Central Operativa (UCO), Jesús Reina, al explicar el hallazgo del cadáver del pequeño Gabriel no debe extrañar a nadie. Las primeras jornadas feministas "HeforShe" Asturias, en la Universidad de Oviedo, analizaron el papel de la masculinidad en mitad de la reivindicación feminista.

El ingeniero Alfonso Blanco Santos contó su experiencia vital y personal. "Un día en la puerta de un bar una chica me dijo que era muy guapo. Después añadió que además yo tenía un lado femenino muy marcado. No supe qué contestarle", explicó. Blanco Santos, que es graduado en Ingeniería Geomática y Topografía, pero que ahora ha encaminado su carrera hacia la imagen, afirmó que "todos debemos ser educados en el feminismo". Y lo dice porque él mismo sintió el vacío en el colegio cuando no se mostraba atraído por el fútbol, algo que no le ocurría en otros espacios, por ejemplo en el campamento. "Estamos educados en que el hombre tiene que ser fuerte, y para ser fuerte hay que ser violento. Nos tienen que gustar el fútbol y el azul. No hay que llorar porque es de chicas o de débiles".

Un día, ante una cafetería una tarde en la que tendría que estar estudiando para preparar un examen, se encontró con tres mujeres que estaban dando una charla sobre feminismo. Y ahí cambió su vida: desde ese día él es un feminista convencido. "Si lo entendemos, las próximas generaciones tendrán espacios acogedores en los que desarrollarse", remató.

Otro de los ponentes fue Santiago López, graduado en Lengua Española, que ofreció la charla "La crisis contemporánea de la masculinidad". Según López, "a lo largo de la historia los hombres han subordinado a las mujeres y lo femenino siempre se aplica a los gays o a los transexuales". Asegura López que los hombres que siempre viven intentando guardarse en su coraza, pareciendo fuertes, no mostrando debilidades ni sentimientos sufren del llamado "rol de género". "Los hombres, por lo general, lo quieren tener todo grande: el coche grande, la casa grande, un culo grande... y ante la inseguridad de perderlo es cuando se genera el estrés. Por eso hay que superar todo esto y conectar con nuestra ternura", sentenció López. "Estoy encantado de mi lado femenino", sentenció Blanco Santos.