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Ecuador quiere copiar el modelo asturiano de conservación del oso

La reserva natural Maquipucuna implantará un cercado para sus ejemplares andinos

Por la izquierda, Pepín Tuñón, Rebeca Justicia, Rodrigo Ontaneda, Isabel Ontaneda y Arturo de Miguel, en una exposición de osos en Intu. MIKI LÓPEZ

A veces no somos conscientes de cómo nos ven desde fuera. En Ecuador son conocedores del modelo que se está llevando a cabo para la conservación del oso pardo cantábrico y les gusta cómo se trabaja en el Principado. Tanto es así que Rodrigo Ontaneda y Rebeca Justicia, director y presidenta de la fundación de la reserva natural Maquipucuna, se han desplazado hasta Proaza y Santo Adriano para tomar buena nota del trabajo de la Fundación Oso de Asturias (FOA).

Lo que quieren los ecuatorianos es importar ese modelo y aplicarlo en la reserva natural, donde cuentan con la presencia de cuarenta ejemplares de oso andino, además de ser una de las mayores reservas naturales de aves y de plantas del mundo.

"Asturias se ha consolidado como el país de los osos, y nosotros queremos hacer lo mismo en nuestro territorio. Nos ha encantado el trabajo que se lleva a cabo desde la Fundación Oso de Asturias; cómo se ha integrado el cuidado del medio ambiente con el del oso y el del territorio, cómo el turista puede conocer la realidad del oso en las exposiciones y cómo han sabido crear un lugar para que los osos problemáticos puedan seguir en su hábitat". Se refiere Ontaneda al cercado donde ahora conviven "Paca" y "Molinera" y hasta hace poco vivía "Tola". "Queremos construir un cercado para los osos que nos dan problemas", apostilla Ontaneda.

Aunque el oso andino y el pardo cantábrico sean especies diferentes, los problemas a los que se enfrentan los plantígrados son similares. Lo que ocurre es que los osos que contactan con el hombre tienen problemas para volver a su medio natural, salvo raras excepciones, como ocurrió por ejemplo con "Villarina". El oso andino se encuentra en peligro de extinción. "Sabemos que es un animal muy carismático, y cada oso andino necesita de 1.000 hectáreas para vivir, con lo que si protegemos al oso, protegemos también su hábitat", concreta Rebeca Justicia.

Los ecuatorianos se han quedado fascinados con la belleza de la Senda del Oso y la Casa del Oso. "Es importante que nosotros desarrollemos un turismo vinculado con el oso, pero que la gente también pueda acudir a la reserva, y aunque no logre verlo, que pueda recorrer su hábitat y conocer su historia, tal y como se recoge en la Casa del Oso", matiza Rebeca Justicia.

En Ecuador el 75 por ciento del turismo está vinculado a la naturaleza, y la población está muy concienciada del valor que tiene contar con una especie como el oso andino. "La mayoría de los ecuatorianos adora al oso, sólo hay algunas reticencias entre aquellas personas a las que el oso les ha comido sus cañaverales", concretan los ecuatorianos.

Otro de los modelos que creen que es importante importar es el programa de pago de daños a los afectados por ataques de osos, algo de lo que no disponen en Ecuador.

Desde la Fundación Oso de Asturias, su presidente, Pepín Tuñón, asegura que la relación con la reserva ecuatoriana "va a servirnos para poner experiencias en común y para aprender unos de los otros. Vamos a firmar un acuerdo marco para continuar en contacto". Desde la FOA se muestran "contentos y orgullosos de que se hayan fijado en nosotros como un modelo de gestión de la naturaleza y el oso", añadió Arturo de Miguel.

En Ecuador quieren aplicar el modelo de turismo y conservación que tan bien funciona en Asturias. Turismo, naturaleza y oso.

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