En 1989 tuvo lugar un operativo en el que participaron cinco guardias civiles del Seprona que obtuvo gran resonancia: el rescate de dos oseznos después de que un cazador matase a su madre. Una llamada anónima les salvó la vida. Las crías, de tan sólo cinco meses, fueron entregadas al Fondo Asturiano para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), comenzando desde ese momento un azaroso viaje que las llevó a vivir en distintas instalaciones en Cataluña y en El Hosquillo (Cuenca). Pero a finales de la década de los 90, sus vidas quedaron ligadas a los Valles del Trubia. "Tola" vivía junto a "Paca" en el cercado más pequeño de Santo Adriano, gestionado por la Fundación Oso Asturias.

Hoy, la Guardia Civil ha querido recordar en su cuenta oficial de Twitter aquel acto que salvó la vida de las dos oseznos. "Una de los más sonados éxitos de nuestro #Seprona fue en 1989, en Asturias se recuperaron dos oseznos de cinco meses (Tola y Paca) cuya madre había sido asesinada por un furtivo. Después vendrían otros grandes servicios a nuestra fauna", dice el comentario.

Tristemente, el pasado 18 de enero fallecía Tola en el cercado de Proaza en el que vivía junto a su hermana "Paca". tenía 28 años (este mes cumplía 29, el equivalente a más de 80 años en un humano) y padecía una enfermedad neurológica, que dificultaba su movilidad.

Aquí recordamos el reportaje que publicó LA NUEVA ESPAÑA, el que dos de los cinco guardias civiles que participaron en el rescate relatan cómo fue la operación.