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La primavera será más leve para los alérgicos asturianos gracias a la lluvia

La estación se prevé dura en el resto de España para los que sufren el efecto del polen

La primavera será más leve para los alérgicos asturianos gracias a la lluvia

La primavera llega, y con ella, las temidas alergias. Empezarán a llorar los ojos, a picar la nariz, la garganta, los estornudos serán una constante y los alérgicos volverán a vivir unos meses "enganchados" a los antihistamínicos -en los casos más leves-, los corticoides, broncodilatadores, teofilinas, etcétera. La Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC) prevé que los alérgicos al polen tendrán una "primavera leve" en la cornisa cantábrica. Pero la realidad es que dependerá de lo que llueva, y eso ¿quién lo controla?

"En Asturias, como en todas las zonas costeras, la principal incidencia es la alergia al ácaro del polvo más que al polen", explicó Julián Azofra, doctor de la Sección de Alergología del Área de Gestión Clínica de Pulmón en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y representante en Asturias de la SEAIC.

El problema es que en estos casos, la alergia se padece a lo largo de todo el año, ya que los ácaros se encuentran en todas partes, especialmente en colchones y almohadas, muebles tapizados, alfombras, cortinas, mantas, juguetes de peluche...

Por contra, la alergia al polen se concentra en los meses de primavera, y especialmente en los últimos días de mayo y los primeros de junio. "Si hace buen tiempo, sol y calor, esta época será un calvario para los alérgicos. Pero si la primavera es lluviosa, el agua borrará del mapa el polen, y entonces será un consuelo para quienes sufren esa dolencia", explicó el doctor Azofra.

El incremento de la frecuencia de las alergias en todo el mundo occidental está contrastado, pero "se desconocen los factores que contribuyen a que haya una mayor prevalencia de esas enfermedades", añadió el experto alergólogo. También se sabe que lo habitual es que comience en la infancia y se prolongue, incluso con cierta intensidad, en la adolescencia, para luego ser menos frecuente. "Una persona de edad avanzada suele sufrir menos alergias a los ácaros, el polen... Sin embargo, aumentan las alergias a los fármacos", señaló Julián Azofra.

Según los estudios de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), las enfermedades alérgicas afectan a un 30 por ciento de la población española. Eso es lo que se tiene controlado, porque hay muchos afectados que no se han realizado las pruebas e incluso que no han sido diagnosticados. Existe un elevado nivel de automedicación. "Esto es porque este tipo de alergias a los ácaros, el polen, etcétera son fácilmente identificables, porque los síntomas son siempre los mismos, y si además hay un componente genético, se suelen recomendar y automedicar con antihistamínicos", matizó el doctor Azofra.

La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé una pluviosidad "normal, compatible con las medias del periodo 1981-2010". Pero a los alergólogos las previsiones meteorológicas les sirven de poco en Asturias: "Las variaciones suelen ser bruscas y lo que ha ocurrido en años anteriores no nos sirve".

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