La política energética oficializa la fractura en el PSOE asturiano y agranda la distancia entre la oficialidad socialista y el Gobierno del Principado. El consejo asesor del PSOE para la transición energética ha hecho pública una hoja de ruta que desagrada abiertamente al sector del socialismo asturiano que domina el Ejecutivo autonómico. Defiende el "cierre ordenado" de las centrales térmicas de carbón antes de 2025 y entre otros asuntos argumenta con una certeza sobre el descenso del precio de la energía si esas plantas de generación "son sustituidas por fuentes renovables". Conociendo "el criterio del Gobierno de Asturias favorable al mantenimiento de la actividad de las térmicas, y en particular de la de Lada", ha dicho esta mañana el consejero de la Presidencia, Guillermo Martínez, se puede deducir sin dificultad que "estamos frontalmente en contra de la propuesta de ese consejo anterior". El portavoz del Gobierno autonómico añade además a su alegato el lanzamiento del guante hacia "la dirección del partido", que "esperamos que también se manifieste en contra".

El Gobierno del Principado ha repetido con obstinación su posición favorable a alargar la vida de las centrales de carbón y uno de sus argumentos ha sido la conciencia, compartida con el ministro del ramo, Álvaro Nadal, de que el borrado del carbón de la generación eléctrica elevaría significativamente el precio de la electricidad. El grupo de expertos convocado por la dirección federal socialista no opina lo mismo. Además, defiende la conveniencia del cierre ordenado de las centrales nucleares a medida que vayan cumpliendo los cuarenta años de vida o el impulso a la electrificación de la movilidad y el transporte, de manera que, al finalizar 2030 el parque de vehículos eléctricos e híbridos enchufables sea como mínimo de 2,25 millones de unidades y se alcance una penetración de mercado del 55 por ciento en ese año.