Javier García Palacios (Gijón, 1982), director de la división de salud digital de Bayer, intervendrá esta tarde en la Semana de la Ciencia de LA NUEVA ESPAÑA. García Palacios se graduó en Ingeniería Química en la Universidad de Oviedo en 2006 y trabajó en el instituto alemán Max Planck, donde finalizó su doctorado en 2011 enfocado en el diseño de procesos de producción para principios activos de alto valor. Al finalizar su doctorado se incorporó a la multinacional química BASF, donde ocupó numerosos puestos en el área de innovación y desarrollo, con especial dedicación a la innovación disruptiva. En 2014 comenzó su trabajo en Bayer en su área de desarrollo de nuevos materiales, donde fue responsable de marketing para nuevos negocios. Trabajó en el desarrollo de materiales para parches y dispositivos tecnológicos en contacto con la piel (wearables). Fue entonces cuando descubrió su pasión por la combinación entre el mundo de la salud y la tecnología. García Palacios dirige actualmente el área de nuevos negocios en salud digital para Bayer, evaluando y desarrollando nuevas tecnologías que puedan suponer un avance en el tratamiento de la salud.

- ¿Qué es la salud digital y en qué conceptos se investiga actualmente?

-La salud digital es el reconocimiento por parte de las personas de que la tecnología puede prolongar una vida saludable con familiares y seres queridos, transformando el actual sistema de la salud en simplemente "salud en un mundo digital". Incluye áreas como las nuevas terapias digitales, el autocuidado o la ayuda al diagnóstico a través de algoritmos de aprendizaje automático.

- ¿En qué puede beneficiarse el paciente?

-La salud digital se enfoca en ayudar al paciente a tomar el control sobre su salud, ofreciéndole información y tratamientos para aumentar su calidad de vida, en algunos casos complementarios a los tratamientos actuales y en otros alternativos. Hoy la mayoría de las personas se informan a través de internet sobre alternativas de tratamiento, por ejemplo, en cuestiones tan cotidianas como el uso de métodos anticonceptivos.

- ¿Cómo afectan estos cambios al médico y al resto de profesionales sanitarios?

-Por un lado, los avances digitales ayudan al día a día del personal sanitario, facilitando su trabajo en áreas como el diagnóstico y reduciendo el tiempo de documentación, permitiéndoles tener un contacto más personal con el paciente. Por otro, los profesionales de la salud se encuentran con pacientes cada vez más informados y con demandas y deseos mucho más específicos.

- ¿Es una nueva revolución?

-Todo esto produce un cambio en el paradigma del sistema de salud como lo conocemos. El sistema se transforma y está más enfocado al deseo de las personas. Al paciente se da un rol más activo (en inglés "consumerization of healthcare"). Los profesionales sanitarios, los seguros y las industrias farmacéuticas necesitan entender las demandas de esta nueva sociedad con acceso a gran cantidad de información.

- ¿Cómo es el paciente del siglo XXI?

-El paciente del siglo XXI tiene una idea mucho más clara de cómo quiere ser tratado si se compara con el planteamiento de sus predecesores. Prefiere mantener un papel más activo sobre su salud y sobre las decisiones que se toman alrededor de este tema.

- ¿Vivimos entre un exceso de información?

-Disponer de una gran cantidad de información nunca causa un problema por sí mismo. Sin embargo, la falta de rigor de esa información o la mala interpretación pueden causar graves problemas. Por esta razón resulta fundamental que las instituciones regulen la salud digital con la misma minuciosidad que se regulan las terapias tradicionales. En los últimos años hemos visto un aumento exponencial de terapias digitales validadas clínicamente por la FDA (Food and Drug Administration), e incluso nuevas áreas de regulación están siendo creadas rápidamente para asegurar la calidad sanitaria de estas nuevas tecnologías.

- ¿Internet puede llegar a curar?

-Curar es la capacidad de hacer desaparecer una enfermedad, herida o daño físico en un organismo. Las terapias digitales han demostrado clínicamente que pueden aliviar un dolor de cabeza o muscular, reducir las dificultades cognitivas ocasionadas por enfermedades mentales o por ejemplo evitar un infarto a través de una detección prematura de factores de riesgo. La cura de muchas enfermedades se esconde detrás de datos que hoy en día están a nuestro alcance gracias a la transformación digital.

- Usted es un ejemplo de asturiano que triunfa en una gran empresa internacional, ¿cómo se ve el panorama científico desde fuera?

-España es un país con una enorme cantera de talento. Los datos reflejan que la evolución de las inversiones en I+D, especialmente por el sector público, han seguido cayendo desde inicios de la pasada crisis, en contra de la tendencia general de la Unión Europea. Éstos son datos desalentadores. Los avances científicos en España en los últimos años superan con creces las expectativas dada la inversión, desde los avances en el área de materiales como en el área médica o aeronáutica reflejan el talento y la tenacidad de nuestros compatriotas.

- ¿Qué le parece la Semana de la Ciencia de LA NUEVA ESPAÑA?

-Es una forma excelente de celebrar la diversidad científica y ponerla al alcance de la mano de todas las personas. Iniciativas así son un gran paso para acercar temas complejos de manera que todo el mundo pueda entender mejor por qué los avances científicos son tan relevantes. Como dijo Albert Einstein: "Si no puedes explicar tu concepto de manera sencilla, es que no lo entiendes suficientemente bien". La divulgación es un deber esencial de todas las personas que trabajamos en innovación, porque lo que hacemos lo hacemos para el bien de todos.