Encontraron una mina en un toxicómano esquizofrénico. Lo "convencieron" para que les entregase su DNI, la declaración de la renta y una cartilla y se lanzaron a una carrera de compras a crédito de coches, televisores, tablets, prendas deportivas y hasta una bici y una piscina de niño, que en parte revendieron y nunca pagaron. El fiscal pedía para los siete acusados penas que sumaban 32 años de cárcel, pero ayer aceptaron condenas por ocho años en el Juzgado de lo penal número 2 de Oviedo. El motivo: han pasado cinco años desde que se cometieron los hechos y hay unas evidentes dilaciones. Eso sí, deberán devolver los 93.000 euros que estafaron a ocho financieras. Estuvieron defendidos por los letrados Carlos Hernández Fierro y Ricardo Álvarez Buylla.

Las estafas se cometieron entre mayo y septiembre de 2013. El primer golpe fue la compra de un Audi A1 en el establecimiento Tartiere Auto de Lugones. Unos días después, los acusados se llevaron al toxicómano a Adarsa, en Gijón, para hacerse con un Mercedes y al día siguiente a Bilbao, para agenciarse un Audi TT. Las transmisiones las realizaban luego a terceras personas con la mayor rapidez. Además, simularon que el toxicómano cobraba una pensión, algo falso.

Después se pasaron por El Corte Inglés, Leroy Merlín, Decathlon, Mediamarkt, Intecat y Carrefour. Pero no era bastante. En julio fueron Valdemotor en Lugones para comprar un Honda y al mes siguiente por un concesionario de Chamartín, en Madrid, para apañarse un Mini Cooper. Alguno de los implicados, como Antonio Jesús C., ya había sido condenado en su día por estafa. A uno de los implicados, Manuel F. V. se le acusaba además de haber ido a casa del toxicómano, y haberse llevado su tarjeta y el número PIN, tras mostrarle una navaja. Se ha librado porque la víctima ha fallecido.