El PP asturiano le tiene pánico a los procesos congresuales en Gijón. Los jueces suspendieron los celebrados en octubre de 2014, en el que el ahora diputado regional David González Medina salió vencedor; y el de febrero de 2015, en el que el ganador fue el flamante nuevo delegado del gobierno en Asturias. En este segundo caso, el de la victoria de Marín, la sorna gijonesa bautizó esa cita como "el congreso de los muertos vivientes", por cuanto el juez detectó irregularidades en el censo, en el que aparecían personas que habían fallecido, si bien meses después el Tribunal Superior de Justicia de Asturias revocó la decisión del juez de primera instancia. Seguramente por ese motivo, Mariano Marín Albi, abogado y aficionado al "running", mantendrá el cargo de presidente del PP gijonés pese a su traslado laboral a Oviedo: para evitar un nuevo proceso que en los últimos tiempos a los populares se les vuelve doloroso. Y un quebradero de cabeza para la dirección regional, que al menos con Marín al frente ha visto regresar la pacificación.

A Marín le sustituirá en el Ayuntamiento el número cuatro de la lista municipal, un personaje gijonés de lo más inefable: Manuel del Castillo (Gijón, 1962), ex cónsul de Chile en Asturias y expresidente del Rotary Club, entre otros cargos y cometidos. Se trata del militante que más afiliados de Foro ha devuelto al PP gijonés en los dos últimos años. Actualmente es presidente del la comisión de Turismo del Partido Popular de Asturias.