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Un líder local que revitalizó Oviedo y al PP, admiten compañeros de filas y oposición

Los coetáneos de Gabino de Lorenzo destacan su peculiar e irónico sentido del humor, sus duras cartas a sus contrincantes y su polémica gestión

Un líder local que revitalizó Oviedo y al PP, admiten compañeros de filas y oposición

Un sentido del humor acusado no exento de sorna, un lobo solitario que ha concebido la política en primera persona. Gabino de Lorenzo constituyó en sí mismo un efecto revitalizador para el PP en Asturias desde Oviedo. "Demostró que se podía ganar al socialismo en la región", destacan desde las filas populares del alcalde ingeniero que en cuatro meses y medio dio el vuelco a unos sondeos desfavorables que la situaban quince puntos por debajo del entonces alcalde, Antonio Masip, ante las municipales de 1991. Peculiar y polémico. No dejaba indiferentes ni entre sus partidarios ni en sus opositores políticos, aunque según admiten unos y otros, "iba por libre" y a veces fue más incómodo para los suyos que para los contrarios. Alcalde ingeniero, transformó el tejido urbano, potenció Oviedo como destino cultural pero cosechó las mayores fobias de su carrera política cuando apostó por dar carpetazo al Real Oviedo.

En la bancada contraria se recuerda su famoso "cerco a Oviedo", que desde el PSOE niegan categóricamente. Vicente Álvarez Areces, entonces presidente del Principado, recuerda que le regaló un dibujo de una ciudad sitiada y bombardeada por proyectiles que cada uno representaba una obra y la inversión. Y por supuesto no olvidan la relación epistolar. Aquellas famosas y "provocadoras" cartas que, coinciden, "enviaba antes" a los periódicos que a ellos, a los que a veces incluso ni les llegaban físicamente, aseguran.

"Su gran obra fue Oviedo, demostró lo que era ser un buen alcalde del PP", refiere el senador popular Fernando Goñi, que destaca "la campechanía y esa retranca tan asturiana" de De Lorenzo en el trato corto. "Reconvirtió la ciudad totalmente y su gestión fue un referente. El 'modelo Oviedo' fue objeto de estudio, por aquí pasaron muchísimos dirigentes del PP de toda España", afirma.

El diputado Ramón García Cañal, que era secretario general del PP asturiano cuando De Lorenzo llegó a la política en 1986, llama la atención sobre uno de sus grandes legados como alcalde. "Sin ser un gran aficionado a la música clásica, se dejó asesorar para situar a Oviedo en la élite de la programación de España y eso genera mucha actividad y atrae a la ciudad a mucha gente que acude a conciertos, la Ópera, la temporada de zarzuela o la danza".

Cañal fue testigo de primera mano de cómo De Lorenzo remontó en las municipales de 1991, cuando todas las encuestas daban favorito a Masip. "Estaba quince puntos abajo a cuatro meses y medio de las elecciones. Entonces inició una campaña de barrios, tertulias, repartía fotos suyas de la Catedral y de toros, se hizo muy popular en aquella campaña a pie de calle", relata antes de hacer parada en el cambio de imagen que Oviedo experimentó durante los 21 años de mandato de De Lorenzo. "Una ciudad triste, gris, con poca iluminación se convirtió en una ciudad iluminada, con un plan de fachadas modélico y una gran seguridad. Le dio un vuelco espectacular", añade el diputado que no rehuye las críticas políticas a De Lorenzo durante su mandato y tras dejar la Alcaldía. "Creo que los sobrecostes de sus proyectos se han magnificado. ¿Acaso no ha habido sobrecostes en El Musel, la Laboral o el Niemeyer?".

El socialista Álvaro Cuesta describe a Gabino de Lorenzo como una persona "con un trato muy cercano, magnífico sentido del humor y una convivencia fácil sin perjuicio de que asomaran ramalazos de intransigencia". El vocal del Consejo General del Poder Judicial fue portavoz del PSOE en el ayuntamiento de Oviedo entre 1995 y 1999, un mandato en el que Gabino de Lorenzo arrasó. En la hora de la retirada política del que fuera alcalde de Oviedo, Cuesta señala su "gestión muy controvertida, por ejemplo con Gesuosa", pero prefiere centrarse en una relación personal "que siempre fue muy cordial". El exportavoz del PSOE en el Ayuntamiento y también diputado recuerda que todavía cuando se ven comentan, en modo irónico, que "Gabino me goleó en las municipales de 1995 pero se la devolví en las generales de 2008, cuando le sacamos 40.000 votos de ventaja".

Antonio Trevín coincidió con Gabino de Lorenzo en distintos cargos y etapas políticas, en las que el socialista fue alcalde de Llanes, presidente del Principado y Delegado del Gobierno, cargo en el que le sucedería De Lorenzo tras dejar la alcaldía de Oviedo -entre ambos estuvo Francisco González Zapico con carácter interino durante tres meses-. En esta última etapa, Trevín fue diputado nacional, pero seguía con atención los datos de seguridad y criminalidad en Asturias. "Logramos tener una relación fluida y de cierta confianza basada en el respeto institucional, porque lógicamente los planteamientos políticos eran muy dispares", aseguró el político socialista.

A nivel personal, Trevín admite que De Lorenzo "es una persona muy divertida, muy irónica y hábil como el raposu, que diría él". Y políticamente "tenía luces y sombras, pero su liderazgo local era evidente. Durante muchos años el PP de Asturias era el de Oviedo, era él. Logró implantar lo que se conoció como el 'modelo Oviedo', y me consta que alcaldes de su partido de otras comunidades autónomas, al ser elegidos por primera vez, iban a reunirse con él para seguir su ejemplo de peatonalización y limpieza, convirtiéndose en un referente para ellos". Su impronta y manera de hacer las cosas se mantuvieron "inamovibles hasta el último momento. No hay más que ver el movimiento que hizo para dimitir antes de que lo cesaran, y cómo lo escenificó para que la impresión fuera que se iba él".

Vicente Álvarez Areces "sufrió" a Gabino de Lorenzo más como presidente del Principado que como alcalde de Gijón. "Cuando estábamos en ciudades distintas nos veíamos en los derbis del Sporting y el Oviedo, y en los encuentros de confraternización de Navidad y esas cosas. Era un personaje singular y no había problemas porque nuestros modelos eran bien distintos. Yo tenía que modernizar e impulsar una ciudad industrial que sufría una profunda crisis económica, y a él le preocupaban la peatonalización y la limpieza".

Cosa bien distinta fue cuando Areces llegó a la presidencia del Principado. "Gabino elaboró la teoría del cerco a Oviedo y enviaba aquellas cartas a los periódicos en las que decía de todo y que algunas ni siquiera nos llegaban físicamente. Ese cerco se tradujo en unos 1.300 millones de euros de inversión en 12 años, lo que demuestra que no era real, pero Gabino ejerció su labor reivindicativa con bastante intensidad".

Coincide, como todos los consultados, en que "no era una político al uso; tuvo un estilo muy peculiar y todo el mundo esperaba en cualquier momento algunas de sus salidas. Pero es cierto que tuvo el apoyo de la ciudadanía durante 20 años y que formó parte de la política asturiana aunque no saliera de Oviedo. Si con esa trayectoria y 75 años decide retirarse, hay que respetarlo".

Menos condescendiente se mostró Ángel González, exdirigente de IU en la cuenca minera del Nalón, exviceconsejero del Principado, exportavoz de su partido en la Junta General y miembro del partido en Asturias. Nada más mentarle a Gabino de Lorenzo recuerda su "intensa relación" con el exlíder minero y ahora procesado judicial José Ángel Fernández Villa. "Parece que el entonces alcalde de Oviedo no era tan influyente como quería hacer ver, porque pese a su apoyo a los mineros, parece que en su partido no le hicieron caso, ¿verdad?". También recuerda cuando estando en el Principado le solicitó terreno para construir un geriátrico, teniendo en cuenta la elevada lista de espera que había en Oviedo, "y ni siquiera nos contestó". Su opinión la resume brevemente: "Colaboración cero y una relación bastante curiosa con el SOMA".

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