Un nuevo modo de financiar la sufragar investigadora. El Grupo de Investigación (ADIR) de la Universidad de Oviedo "Investigación en aprendizaje, rendimiento y dificultades de aprendizaje" ha abierto a la financiación por crowdfunding o micromecenazgo un proyecto que busca mejorar el diagnóstico del Trastorno de Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH). Un objetivo clave consiste en lograr evaluaciones precoces en niños y niñas de alrededor de seis años.

El TDAH es uno de los problemas que más condiciona el desempeño de los niños y adultos en contextos importantes como la familia, las amistades, el colegio o el trabajo. El periodo para colaborar con este proyecto, a través de la iniciativa de FECYT "Precipita", irá del 27 de marzo al 27 de junio. Se podrán realizar aportaciones desde 5 euros.

La investigación persigue beneficiar a los profesionales de los ámbitos clínico y educativo. Con la administración de las diferentes pruebas de evaluación, se podrá elaborar un perfil de atención y comportamiento completo del caso que sirva como punto de partida para el diseño de intervenciones más ajustadas. Asimismo, se buscan beneficios para la sociedad, puesto que "un diagnóstico temprano del TDAH puede evitar, o al menos atenuar, la aparición de problemas futuros", subrayan los investigadores.

Actualmente se dispone de diferentes medidas de evaluación y diagnóstico que proporcionan información sobre las características personales y síntomas en el TDAH. Sin embargo, la principal dificultad estriba en que estas medidas no siempre son representativas de lo que ocurre en situaciones de la vida diaria. De ahí que el equipo investigador recurra a la realidad virtual, combinando la objetividad de las pruebas tradicionales de evaluación con un contexto lo más parecido posible al real.

Para ello, el Grupo ADIR cuenta con dos pruebas principales: una para la evaluación en niños y adolescentes (AULA Nesplora) y otra para la evaluación de personas adultas (AQUA Nesplora). Estas pruebas emplean unas gafas 3D dotadas de sensores de movimiento y auriculares. Gracias a esta tecnología, se pueden reproducir fielmente dos contextos de interacción comunes: en este caso un aula escolar y la visita a un acuario.Un mínimo de 4.000 euros

El objetivo que se plantea ahora es analizar la utilidad diagnóstica de estas dos pruebas, comparando y completando esta evaluación con el test IVA-2, una prueba tradicionalmente empleada en evaluación. Una vez identificado el perfil atencional, el siguiente paso será poner en relación este perfil con variables de los contextos social, académico, familiar y laboral de las personas evaluadas -dependiendo del grupo de edad- con el fin de conocer las repercusiones del trastorno a diferentes niveles.

Los investigadores estiman el importe mínimo en 4.000 euros. En caso de alcanzarlo, podrá adquirir material para evaluar a una amplia muestra de población escolar y adulta, adquiriendo el mencionado test IVA-2. Del mismo modo, se comprarán cuestionarios y hojas de respuesta para recabar información sobre las variables del contexto de las personas evaluadas.