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ANTONIO SUÁREZ COLUNGA | Presidente del Colegio de Aparejadores de Asturias

"Nos brindamos a la Administración para poner en marcha la ITV de los edificios"

"El plan de vías de Gijón se ha reactivado, pero con plazos muy largos; podríamos caer en otra burbuja y encontrarnos dentro de cinco años con mamotretos a medio construir"

Antonio Suárez Colunga, en su despacho ovetense. LUISMA MURIAS

El Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Asturias inauguró hace menos de dos semanas la ampliación de su sede y se ha abierto a la ovetense calle de Cabo Noval. Es una muestra de lo que pretende la junta directiva que preside Antonio Suárez Colunga, modernizar la institución, situarla en el siglo XXI y atraer a los jóvenes profesionales.

- Han vuelto a añadir el término "aparejadores" al nombre del colegio.

-Quisimos recuperar nuestro nombre tradicional. Trabajé durante 25 años en el Ayuntamiento de Gijón y no recuerdo que nadie llegase preguntando por el arquitecto técnico, todos preguntaban por el aparejador.

- Tienen 970 afiliados, ¿cómo está la profesión?

-Desde la crisis, en 2006 o 2007 descendió el número de colegiados. La profesión pasó de ser un colectivo en el que no existía el paro a tener unas dificultades enormes, a que casi no hubiera trabajo. Hubo un momento que estábamos todos encantados, no nos dábamos cuenta de que era imposible mantener el ritmo de construcción de 50.000 viviendas anuales, pero la cosa funcionaba, se construía y subían los precios.

- Pero todo se acabó.

-De la noche a la mañana. El sector de la construcción se desplomó rapidísimo y aquel maná desapreció. Llegaron unos años muy duros de supervivencia. No había trabajo y muchos dejaron la profesión, otros terminaron la carrera y nunca ejercieron. Logramos capear el temporal, pero los honorarios son ahora más bajos que hace diez años por el mismo trabajo.

- ¿Cuáles fueron las tablas de salvación?

-Trabajamos mucho en adecuación de locales y haciendo informes.

- Y arreglando fachadas.

-Planes como el de adecuación de fachadas de Gijón fue uno de los sustentos para la profesión. Gijón fue pionero en estas subvenciones, pero ha llegado un momento en que han tenido que cortar; esperamos que sea algo temporal, es muy positivo para los profesionales, para la ciudad y para los vecinos que de otra manera no podrían hacer frente a esas obras.

- En Gijón fallaron el Plan General de Ordenación y el plan de vías.

-El Plan General es de hace treinta años. Se intentó, pero se generaron unas expectativas tremendas de expansión. La gente compró terrenos en función de la rentabilidad que esperaban tener y todo se fue al traste con la anulación del plan, y eso provocó mucha inseguridad.

- ¿Se legisló dentro de la burbuja inmobiliaria y urbanística?

-Sí. Lo mismo ocurrió con el plan de vías, se crearon expectativas de venta de solares que quedaron en nada. Con el dinero que se iba a generar con los solares que se crearon en el plan de vías se iban a hacer maravillas, pero dejaron de valer lo que se esperaba.

- El Ministerio de Fomento lo ha reactivado.

-Sí. Sería sensacional, pero los plazos que se dan, de aquí a cinco años... en ese tiempo puede cambiar tanto la situación que cabe que nos encontremos con otra burbuja y nos quedemos chafados con una serie de mamotretos a medio construir.

- La conocida "ITV" de los edificios de más de 50 años también puede ser una importante mina de trabajo para el sector.

-La normativa de evaluación técnica de edificios, como se llama legalmente, ya ha entrado en vigor, pero las administraciones no ponen los medios, quizá porque no los tienen para hacer cumplir las exigencias que la ley requiere. Desde el Colegio nos brindamos a colaborar con la Administración para ponerlo en marcha. Junto a los arquitectos tenemos las herramientas necesarias.

- ¿La obra pública ha desaparecido?

-Prácticamente. Hay que atender tantas necesidades que no da para todo. La inversión pública es fundamental para todas las empresas relacionadas con la edificación y todos estamos esperando a que vuelva a relanzarse. Hay muchas promesas, pero siempre a largo plazo. Esperamos que de ésta sea la vencida y que se ponga en marcha el plan de vías de Gijón y llegue el AVE a Asturias, que es algo fundamental para atraer inversiones y crear puestos de trabajo.

- ¿Por dónde pasa el futuro del Colegio de Aparejadores?

-En conectar con los colegiados jóvenes y hacerles partícipes de todo lo que significa el colegio en formación e información. Queremos modernizarnos, hemos entrado en las redes sociales y vamos a reforzar nuestra presencia en internet. Teníamos esa carencia. Los jóvenes viven en un mundo distinto y a los mayores nos cuesta. Estamos tratando de buscar cosas para conseguir hacerles volver al colegio. Hemos creado varios grupos de trabajo y queremos hacerles llegar nuestra experiencia y todo lo que necesiten.

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