O las alumnas asturianas son un tesoro o los alumnos varones tienen un problema. O las dos cosas. Los resultados académicos del pasado curso en Asturias confirmaron un dato que no es nuevo, pero que siempre llama la atención.

En algún curso de la Educación Secundaria Obligatoria el índice de éxito de las alumnas supera en más de cinco puntos al de sus compañeros varones. En el grado medio de la FP las diferencias adquieren tintes preocupantes: 18 puntos en la tasa de promoción (es decir, los que superan curso) y más de 14 puntos en la tasa de titulación, es decir, los que acaban estudios. La tasa bruta de titulación en el grado medio de FP en Asturias en el curso 2015-2016 fue la segunda más alta de España, con un 31,9%.

La tasa de promoción del alumnado asturiano de Educación Primaria es del 97% y la de titulación en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) del 86%. Por su parte, la tasa de titulación en Bachillerato se aproxima al 82%, mientras que en los ciclos formativos de grado medio se sitúa en torno al 75% y en los de grado superior ronda el 69 por ciento.

Es en Bachillerato donde se encuentra otra de las brechas significativas de género porque la tasa de titulación de las alumnas es seis puntos superior a la de los alumnos. Resulta significativa esta diferencia porque se entiende que en la etapa de Bachillerato el alumnado está más asentado y hay posibilidades de enfocar los estudios en aquellas áreas en las que cada alumno se mueve con más soltura.

Las estadísticas asturianas de promoción y titulación se mantienen estables a lo largo de la última década. Para la Consejería de Educación es un síntoma de estabilidad. Para otros, el sistema es incapaz de mejorar números, aunque la mayoría de los datos educativos asturianos supera la media española. No es decir mucho dadas las estadísticas de algunas autonomías, pero tampoco es bueno callar las fortalezas de cada cual. La brecha académica de género favorable a las mujeres se inicia en primero de Primaria. Las niñas promocionan un punto más que los niños (97,6% ellos y 96,7% ellos). Puede ser anecdótico pero la distancia no hace más que aumentar en cursos siguientes. En sexto de Primaria, por ejemplo, el 13% de los alumnos varones no supera la materia de Matemáticas, mientras que el "suspenso" entre las chicas es del 7,5%.

En primero de la ESO hay asignaturas con resultados preocupantes. Hay más de siete puntos de diferencia a favor de las alumnas en la promoción del Inglés y casi igual porcentaje se da en Lengua Castellana. El peor porcentaje de aprobados en la ESO se da en las Matemáticas Aplicadas de tercero: el 54%.

Por contra, pese al éxito académico de las chicas en Asturias, la presencia femenina en los grados tecnológicos sigue siendo muy baja. Las mujeres suponen sólo el 14 por ciento de los nuevos ingenieros informáticos. Por ello, nuevas iniciativas buscan potenciar la presencia femenina "en un sector con pleno empleo en el que en unos años no se cubrirán los puestos requeridos".