Asturias vivió ayer un día primaveral, con temperaturas que subieron más de seis grados en menos de veinticuatro horas, dando la sensación de que la época de temporales, tormentas, lluvia y nieve había terminado. Nada más lejos de la realidad. Las precipitaciones y las bajas temperaturas regresan a partir de hoy y se quedaron al menos hasta el sábado. Es más, el Suroccidente asturiano estará el jueves en alerta amarilla por nieve, al bajar la cota incluso de los 800 metros en los próximos días e incluso en algún momento a los 600.

Algunas localidades asturianas superaron ayer incluso los 22 grados centígrados. Fue el caso de Mieres, que se colocó como la localidad con la temperatura más alta de la región, con seis grados más que el día anterior. Esa misma diferencia se produjo en Piloña, en Pola de Lena, en Salas o en Amieva. Las mínimas se situaron por encima de los cero grados y en Pajares, que en la madrugada del domingo al lunes se habían registrado -3,2 grados, en la del lunes al martes fue de 1,7. Lo mismo ocurrió en Degaña, que pasó de -2,3 grados a 1,3, y en Pola de Somiedo, que pasó de -0,5 grados a 1,1. En Oviedo, algún termómetro al sol llegó a marcar 26 grados.

El buen tiempo atrajo a numeroso público a las playas asturianas, donde sobre todo al mediodía y primera de la tarde se pudo ver a muchos disfrutando de paseos y juegos al sol.

Las condiciones climatológicas también fueron ideales para disfrutar de las estaciones de esquí. Tanto la de Fuentes de Invierno como la de Valgrande-Pajares colgaron el cartel de "completo".

Pero ha sido sólo un respiro. Un espejismo, porque hoy volverá la lluvia y descenderán las temperaturas de nuevo, manteniéndose esta situación al menos hasta el próximo sábado, según las previsiones adelantadas por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Es más, mañana jueves el Suroccidente asturiano estará de nuevo en alerta por nieve.

La cota de nieve descenderá hoy a los 900 metros, provocando una caída notable de las temperaturas máximas, sobre todo en el interior. Esta situación continuará el jueves y el viernes, con descensos térmicos según vaya bajando la cota de nieve.

La previsión para el sábado es de precipitaciones débiles y la cota de nieve entre 700 y 900 metros, aunque de madrugada disminuirá hasta los 600 en la Cordillera Cantábrica.

En definitiva, la Semana Santa estará pasada por agua y con frío, a la espera de que el lunes mejore el tiempo para disfrutar de la popular "Comida en la calle" de Avilés.