A partir de este año habrá más inspecciones ambientales a la industria en Asturias, más de un millar, gracias a una nueva normativa autonómica, pionera en España: un decreto de protección y control ambiental, que se completará con el Plan de Inspección Ambiental 2018-2020, que "incrementará el alcance y la ambición del anterior", aplicado entre 2015 y 2017, según el Principado. Habrá más inspecciones, pese a que el año pasado ya se incoaron 1.025 expedientes de control ambiental, un 34 por ciento más que en 2016. El 36 por ciento de los expedientes se abrieron por denuncias, la mayoría interpuestas por el Principado y los ayuntamientos. Los residuos siguen siendo la principal causa de apertura de expediente, un 46 por ciento, mientras que la afección a la atmósfera suma un 37 por ciento, el doble que en 2016.

Gijón, Oviedo y Avilés, aglutinan el 40 por ciento de las actuaciones de control ambiental, y el 80 por ciento se ha desarrollado en 23 municipios. Solo dos se han librado de las inspecciones: Santo Adriano y Yernes y Tameza. En 2017 el personal del Servicio de Control Ambiental levantó 606 actas de inspección, un 14 por ciento más que en 2016. Y se elaboraron 103 propuestas de expedientes sancionadores.

El Decreto de Protección y Control Ambiental, publicado ayer en el "Boletín Oficial del Principado de Asturias" (BOPA) y que ahora se somete a información pública, es una normativa que se aplicará a todas las instalaciones industriales, desde los grandes complejos hasta los pequeños talleres y que obliga al Principado a realizar planes y programas de inspección ambiental y a dotarse de medios personales y técnicos suficientes: aumentará la plantilla y sus medios.

El decreto permite suscribir convenios de colaboración con el Estado y los ayuntamientos en materia de inspección ambiental. Y concretará las obligaciones de las empresas, con especial atención a la eficacia en la respuesta ante condiciones anómalas de funcionamiento que pueden dar lugar a incidentes ambientales. Más: el decreto regula las entidades de inspección y laboratorios acreditados, de forma similar a la que ya existe en seguridad industrial. La Administración supervisará e inspeccionará la labor de estas entidades, mediante el Organismo de Control Ambiental (OCA), de nueva creación.

El Principado, obligado legalmente a contar con un plan de inspección ambiental para las grandes industrias que operan bajo una autorización ambiental integrada (unas 80), ha querido ir más allá y ha aprobado un plan que cubre todas las actividades que cuentan con instalaciones potencialmente contaminantes, desde los grandes complejos industriales hasta los pequeños talleres. Se prevén mecanismos de colaboración con ayuntamientos, Guardia Civil, Servicio de Emergencias, Confederación Hidrográfica... y la mejora de la información y la transparencia de la inspección ambiental.

El Plan de Inspección Ambiental determina que, anualmente, se redacte un Programa de Inspección Ambiental. El de este año prevé aumentar las inspecciones ambientales programadas hasta 200 (en 2017 hubo 140). Se incrementará el control de la producción y gestión de residuos y habrá por primera vez control y vigilancia en los puertos de interés general (Gijón y Avilés) y autonómicos: emisiones pulverulentas, vertidos y residuos.

Entre las inspecciones programadas se mantiene en 40 las referidas a grandes industrias, y se vigilarán todos los vertederos de residuos industriales. Respecto a las actividades potencialmente contaminadoras de la atmósfera se hará por primera vez la inspección con una visión sectorial: canteras, sector del metal y funerarias. Además habrá una campaña específica de identificación de actividades potencialmente emisoras de compuestos orgánicos volátiles.

El incremento del número de inspecciones programadas a actividades económicas productoras de residuos, de 30 a 50, se centrará en las que generan residuos peligrosos en mayores cantidades. En cuanto a las inspecciones de vertederos incontrolados, que se practican habitualmente por denuncias, el Principado iniciará una inspección programada para avanzar en su inventariado. Asimismo se continuará con la campaña iniciada en 2007 de inspección de "puntos limpios" de Cogersa y municipales.

Además se realizarán inspecciones no programadas, motivadas principalmente por denuncias y por incidentes ambientales. Por la experiencia de los años anteriores, el Principado estima que, además de las 200 inspecciones programadas, se llevarán a cabo en torno a 400 no programadas.