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Llega la vaca casi "inmortal"

El conocimiento del mapa genético de las reses frisonas permitirá a los ganaderos lecheros asturianos tener animales más resistentes

Llega la vaca casi "inmortal"

Vacas que no enferman; producen leche de alta calidad; tienen hijas robustas y, en definitiva, son ejemplares de alta gama, casi inmortales. Ése es el futuro que se presenta ante la ganadería de leche, basado en las raza frisona o "holstein", a partir de la genómica, una subdisciplina de la genética que está revolucionando las cuadras de Asturias y de medio mundo.

El último avance en este nuevo y selecto mundo que se abre ante la producción lechera es la secuenciación completa del genoma de una res "holstein", la reina de las productoras lácteas y la que predomina en los establos de la región. La genómica no busca tanto una "vaca estrella" como un grupo del que pueda nacer un rebaño con más descendientes de las vacas con mejores índices y menos hijas de las de peor genética.

El veterinario Francisco Fueyo, director de la unidad de rumiantes y equinos de Zoetis España, la empresa que ha realizado la secuenciación, asegura a este diario que "el hallazgo constituye una nueva referencia para los genetistas, que podrán ahora hacer mapas del ADN de estos animales, mejorando, por tanto, a través de la selección genética, la salud, el bienestar y la productividad de los rebaños. Un hito científico que promoverá sin duda el avance de la industria lechera a nivel mundial".

Hasta ahora, la industria láctea tenía como referencia para el ganado vacuno de leche el genoma de una vaca de carne de raza "hereford", nacida en Montana (Estados Unidos), que fue secuenciado en 2009, según explica Fueyo. Es un genoma que ha pilotado una era de la genética, pero que, a juicio del especialista, "resultaba insuficiente para explicar la diferenciación genética completa de una especie".

Para descifrar el genoma de la frisona se han empleado varias tecnologías de última generación y tres plataformas distintas de secuenciación, lo que ha permitido ordenar el ADN de este animal con un nivel de precisión que permitirá, a partir de ahora, identificar de una forma mucho más ágil y sencilla los genes implicados en el desarrollo de patologías y los relacionados con la capacidad productiva de los animales. "A efectos prácticos es como pasar de la televisión analógica a una de alta definición; ahora estamos en mejor disposición para ayudar a las reses a vencer enfermedades como la mamitis, la neumonía o las cojeras", recalca Fueyo.

Los científicos podrán entender mejor las bases genéticas de los fenotipos existentes en ganado vacuno lechero para identificar los genes que frenan la progresión de la industria láctea. "Existen patologías que además de incidir en la salud y bienestar de los animales, merman enormemente la capacidad productiva de los rebaños", indica Fueyo.

A la vez, también podrán conocerse mejor los genes implicados en una mayor productividad y resistencia a enfermedades.

Los especialistas también consideran que los programas de selección y mejora genética contribuirán aún más al desarrollo y rentabilidad del sector lechero, fundamental en la economía agraria de Asturias y de la cornisa cantábrica.

"Esta nueva tecnología supone para los ganaderos la posibilidad de seleccionar sus hembras al tener acceso a una información crucial sobre el rendimiento de la futura vaca, de la que anteriormente no disponían", añade Fueyo.

El resultado, en su opinión, es una mejora genética más rápida y una mayor productividad y rentabilidad de la explotación lechera. En definitiva, la genómica piensa en más leche por vaca, pero sobre todo en más margen por litro.

En Asturias quedan en la actualidad menos de 2.000 granjas lecheras que producen alrededor del 10 por ciento de la leche que se comercializa en España. El gran reto para los ganaderos es bajar los costes de producción e incrementar la rentabilidad de las ganaderías.

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