La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Apuntes De Mecánica Política

Contar las cuentas tiene su miga

Los Presupuestos Generales, el relato de su rechazo o su apoyo y la valoración de las inversiones en Asturias obligarán a los partidos a adoptar la estrategia adecuada y acelerarán el pulso preelectoral

Contar las cuentas tiene su miga

La próxima semana se conocerá el detalle de los Presupuestos Generales del Estado para Asturias, a la vista del capítulo de inversiones. Casi todas las miradas están puestas en el Ministerio de Fomento. Es sabido que la inversión en infraestructuras aumentará un 16,5 por ciento, aunque la caída en el año anterior había sido de más del 20 por ciento. Pero esta circunstancia permitirá que el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, al que Mariano Rajoy ha encomendado que salpique el país de compromisos de obras, asuma buena parte del protagonismo a la hora de vender las bondades de las cuentas.

Pero hasta contar esas cuentas, ya sea para mostrarse a favor o en contra, tiene su intríngulis. Y más cuando la situación en minoría de Mariano Rajoy y el ya comprometido apoyo de Ciudadanos contribuyen a polarizar los ejes políticos.

El gobierno asturiano dejará en manos de la Federación Socialista Asturiana (FSA) el peso de la valoración de la inversión presupuestaria en Asturias. Ya se han escuchado las primeras impresiones de los dirigentes del PSOE asturiano, en la línea de lo expresado por Pedro Sánchez, pero quizás el resultado obligue a matices. Es conocida la buena relación entre el consejero de Infraestructuras Fernando Lastra y el ministro de Fomento, no sin recelo en la FSA que incluso usó la crítica a De la Serna como ariete indirecto para atacar al consejero cuando el runrún de que podría optar a presentarse como candidato en las primarias socialistas estaba más en boga.

Es probable que algunas de las expectativas del Ejecutivo asturiano se vean cumplidas en estas cuentas, aunque el Gobierno regional deberá ser cuidadoso a la hora de expresar cualquier tipo de beneplácito. También las expectativas en Avilés, con el plan de vías, podrían atenuar la crítica de los socialistas allí, justamente en un territorio en la que el PSOE local es crítico ante la nueva mayoría socialista.

Hay, eso sí, una cuestión esencial para el Ejecutivo de Javier Fernández: que el gobierno central aporte los 116 millones de euros que le adeuda por las entregas a cuenta. El gobierno asturiano sostiene que vincular ese pago a la aprobación de los Presupuestos Generales, como ha pretendido hacer Montoro, constituye un castigo encubierto, por lo que demandará como mínimo una postura clara a la hora de no supeditarlos a que Mariano Rajoy consiga la mayoría que necesita en el Congreso.

También será relevante comprobar quién asume en el Partido Popular el protagonismo para desgranar las inversiones estatales ¿Será de la propia Mercedes Fernández como presidenta del PP asturiana; de la diputada nacional Susana López Ares, portavoz adjunta y coordinadora del área económica del grupo parlamentario popular en el Congreso, o se dará juego al recién nombrado Delegado del Gobierno, Mariano Marín?

Los populares quieren dar un impulso al "perfil político" del Delegado del Gobierno en Asturias. Hasta ahora, Gabino de Lorenzo actuaba como un verso libre, sin que el PP asturiano sintiese que pudiese sacar rédito a una plaza que debería ser el ariete para comunicar las actuaciones del Ejecutivo de Rajoy y también podría convertirse en un contrapeso al gobierno socialista del Principado. De ahí que Mercedes Fernández haya sido especialmente hábil a la hora de mover las fichas en la sustitución de un Gabino de Lorenzo que en otros tiempos fue aliado pero que en los últimos se convirtió en una incomodidad ante la que la presidenta de los populares prefería mirar a otro lado.

El debate que desatarán los presupuestos del Estado irá en paralelo al de la necesaria mayoría en el parlamento asturiano para aprobar la ley de crédito del Gobierno. El bloque formado por PP, Ciudadanos y Foro está dispuesto a impedir la lectura única de la ley, lo que retrasaría su aprobación. Esa posición supuso todo un giro respecto a la que los populares y la formación naranja afirmaban hace pocos días, cuando eran optimistas a un acuerdo. Sin embargo, la jugada de Podemos alejó cualquier aproximación al PP y Cs. Los podemistas pasaron de la distancia a dar su apoyo total a los créditos que permitirán al Principado atenuar los efectos de una prórroga presupuestaria que precisamente se produjo por el rechazo de Podemos al presupuesto.

Esta situación constituye un severo quebradero de cabeza para el Ejecutivo de Javier Fernández. Y resulta paradójico que el apoyo de Podemos haya terminado por suponer más complicaciones que beneficios. De ahí que la presión se vaya a incrementar hacia el PP para trasladar el mensaje de que una cosa es el desacuerdo y otra plantear obstáculos a la acción de Gobierno.

El argumento puede tener reflejo en la escena nacional, ya que en tanto no se clarifique la posición del PNV (necesario para que Rajoy apruebe sus cuentas y que por ahora se ha mostrado contrario) cabe esperar que los populares lancen algunos mensajes para reclamar a los socialistas que, al menos, se abstengan. Al final volvemos a la encrucijada entre cuentas aprobadas o prórroga presupuestaria, aunque el PP tiene el camino más allanado para lograr su objetivo pese a las escenificaciones durante la negociación.

Compartir el artículo

stats