Cuatro personas fallecieron resultaron ahogadas en Asturias durante el pasado mes de marzo, según datos ofrecidos por la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.

El pasado mes de marzo se ha convertido en el mes de 2018 en el que más personas han fallecido por ahogamiento en espacios acuáticos de España, con 21 vidas humanas perdidas, una más que en enero, en que se registraron 20, y 15 más que febrero, en que se dieron seis.

Por comunidades autónomas, es Canarias, con 15 fallecidos, el 31,9% del total del trimestre, la que más incidentes mortales registra, seguida de Andalucía (8 muertes y el 17%), Galicia y País Vasco (6 y 12,8% en cada caso), Asturias (4 y 8,5%), Cataluña y Comunidad de Valencia (2 y 4,3 en cada territorio) y Cantabria, Castilla-La Mancha, Comunidad de Madrid y La Rioja (1 y 2,1% en cada región).

El Informe Nacional de Ahogamientos establece que el perfil de las personas fallecidas en los tres primeros meses de 2018 es el de un hombre (77%), de nacionalidad española (60%), mayor de 45 años (77%) y que fallece en un espacio acuático que no es ni río ni playa-espigón, puerto, canal, costa, alberca o acequia- (47%) entre las 8.00 y las 20.00 horas (81%) que carece de vigilancia y de servicio de socorrismo (94%).

El informe de Investigación Nacional de Ahogamientos, que elabora la RFSS y hoy ha sido presentado en la sede del Comité Olímpico Español, en Madrid, revela que el año pasado, hasta julio, se habían registrado ocho muertes más que en 2016 y 79 más que en 2015, lo que confirma la tendencia al alza de las muertes por ahogamiento en el medio acuático.

Cinco de los diez fallecidos el año pasado en Asturias por ahogamiento murieron en una playa, según un informe de la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo.

En concreto, se produjeron fallecimiento en las playas de Peñarronda (Castropol), el pedrero del Rinconín (Gijón), Buelna (Llanes), Barayo (Valdés) y en la de Ribadesella. Otros dos ahogamientos se produjeron en los ríos Casaño (Arenas de Cabrales) y Nalón (San Martín del Rey Aurelio) y el resto ocurrieron en El Musel (Gijón), en una balsa de agua de Grandas de Salime y en una piscina de la granja-escuela de Riberas de Pravia, en Soto del Barco. El informe, que apunta que en sólo dos de estos diez espacios había vigilancia, revela que el número de ahogados en Asturias ha subido en los últimos años desde las ocho personas del año 2015 y las diez que perecieron en 2016 a diez el pasado ejercicio.