Podemos e IU han fusionado las iniciativas en las que piden a la Junta el inicio del expediente de pérdida de la condición de síndico de Avelino Viejo con el propósito de que la cámara "pueda proceder a su cese". La petición conjunta menciona como fundamentos tanto las sentencias que cuestionan la política de personal del síndico mayor como sus explicaciones insatisfactorias en el parlamento. Se añade a otra anunciada por el PP y a la que Foro adelantó ayer que registrará hoy para redondear de este modo las tres quintas partes de los votos de la cámara que necesita para prosperar.

Según fuentes parlamentarias, el asunto será debatido, al menos de modo informal, en la reunión de la Junta de Portavoces del lunes, pero el siguiente paso dice que las iniciativas -es preceptivo que la propuesta venga al menos de dos grupos- deben ser admitidas a trámite por la Mesa de la cámara, que si no hay contraorden se reuniría el martes. A continuación, si todo se desarrolla con arreglo al hábito de funcionamiento del parlamento y da tiempo a cubrir los trámites previos, como dar audiencia al Consejo de la Sindicatura, la Junta de Portavoces del lunes 16 podría empezar valorar su posible acceso al orden del día del pleno para su debate y votación.

Una vez ha quedado claro que existe mayoría suficiente, queda abierta la carrera por capitalizar políticamente la iniciativa de destitución del síndico mayor. De palabra, el reproche que emite la oposición es unánime a raíz de las sentencias que reprueban los métodos de selección de personal en la Sindicatura y de las explicaciones que Viejo ofreció a la Junta.

A los políticos se sumaron en el reproche público los otros dos síndicos. Antonio Arias y Miguel Ángel Menéndez remitieron a la Junta sendas cartas poniendo sus cargos a disposición de la cámara con expresiones de evidente incomodidad por las dos partes. Más gruesas las de Arias, que acusó a Viejo de mentir sobre la unanimidad con la que se tomaron las decisiones en el organismo o de haber tenido que enterarse de las sentencias por LA NUEVA ESPAÑA. El síndico mayor guarda silencio, pero como quiera que no se trata de una renuncia expresa, otras fuentes de la Sindicatura reaccionan con indiferencia a esa decisión, porque los cargos de los síndicos están siempre a disposición de la Junta, aducen, por lo que el movimiento conjunto de Menéndez y Arias "no significa nada".

"Sin voto condicionado"

Arias también manifiesta en su escrito su disconformidad porque siendo cierto que prestó su voto afirmativo a la relación de puestos de trabajo (RPT) reprobada por los jueces, aclara que lo hizo a condición de que se acataran las recomendaciones de los servicios jurídicos de la Junta sobre el sistema de provisión de plazas, justo lo que la Sindicatura evitó hacer. Las mismas fuentes aducen en defensa del síndico mayor que en el organismo "no existe el voto condicionado", que Arias se refiere a lo que manifestó en las deliberaciones previas y que el sentido oficial de su posición es el sí que consta en el BOPA donde figura como aprobada la RPT de la discordia.

El caso es que los escritos de los síndicos abren un escenario poco usual en el que la Junta debe decidir si se pronuncia y en qué sentido. La cámara ha de interpretar lo que cabe hacer, sabiendo que la causa del descontento de los síndicos está pendiente de ser eliminada con el posible cese de Viejo, pero también que no consta renuncia y que sin ella sólo cabe una destitución que la ley circunscribe a dos supuestos, "incompatibilidad sobrevenida" o "incumplimiento de los deberes del cargo".