Los pronósticos meteorológicos en primavera siempre son complicados, y en el ecosistema asturiano más. Los mapas del tiempo agrupan soles, lluvias y nubes, la mejor forma de no equivocarse nunca. En Semana Santa afloró la eterna polémica en torno a unas previsiones que muchos en Asturias interpretan como más negativas de lo que en realidad fueron. Todos los años igual.

Quien vivió la Semana Santa en Taramundi se quejará de los cielos y la lluvia (unos 80 litros desde el pasado día 28 de marzo), pero lo compensan las gentes y el paisaje. Quien disfrutó de la Semana Santa en Llanes, por ejemplo, las lluvias importunaron poco. Las precipitaciones van por barrios (o por concejos, para ser más exactos). Se imponen esas jornadas en las que hay un poco de todo, meteorológicamente hablando. Esto es primavera; esto es Asturias.

La Aemet recalca en su informe la atípica primavera que se está dando en una zona cercana a Asturias: la Virgen del Camino, en León, donde la temperatura máxima en marzo se quedó en 8,6 grados, la más baja en ese mes desde 1938.

Que el tiempo está loco lo prueba un registro sorprendente sucedido ayer. En Lubia (Soria) los termómetros superaron los 33 grados. Ni en las Canarias.