Ignacio Díaz Salazar, jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía en Asturias, se despidió ayer de sus compañeros -por jubilación- y de la "mayor responsabilidad" de su vida profesional con orgullo por los resultados obtenidos al frente de "un gran equipo de profesionales de todas las escalas y categorías, con brillantes servicios desempeñados".

Las cifras corroboran su afirmación. Desde que llegó en 2015 a la Jefatura Superior de Policía de Asturias, el número de casos se redujeron en más de 2.800 al año, recortando la tasa de criminalidad en 1,5 puntos, para situarla en 24,6, solo superada por la de Extremadura en tres décimas.

La fiesta celebrada en un llagar de Tiñana (Siero), a la que asistieron más de un centenar de personas, congregó a representantes empresariales, sociales y de distintos ámbitos de la vida pública asturiana. No era sólo la despedida del Jefe Superior de Policía, sino también de su mano derecha, Jesús Vicente Álvarez García, jefe regional de operaciones, y su sustituto en funciones, aunque también se jubilará en mayo.

Díaz Salazar ofreció un breve discurso de agradecimiento y despedida, en el que aseguró que "servir en esta comunidad de España no sólo ha sido una gran satisfacción, sino que he llevado con orgullo y honor esta tierra en mi corazón, desde el primer momento en que tomé posesión y seguirá en mi alma hasta que Dios me lo permita".

Tuvo un momento para recordar a compañeros de promoción asesinados en el País Vasco por ETA, a Gabino San Martín Hernández, asesinado en la embajada de España en Kabul "y a todos los caídos en acto de servicio".

Un sonriente y agradecido "jefe" que se despidió afirmando: "Siempre os llevaré conmigo, en mi recuerdo, en mi memoria y en mi corazón".