El osezno "Beato", capturado herido en Cantabria el pasado 24 de enero ha recobrado la libertad al ser devuelto a su medio natural en la zona de Liébana, en un área tranquila, con abundante comida y alejada de los núcleos de población. El "esbardu" permaneció desde su captura en el Centro de Recuperación de Fauna Salvaje (SRFS) de Villaescusa, situado en las inmediaciones del parque de la naturaleza de Cabárceno (Cantabria). Allí fue curado de sus heridas, con la única excepción de una lesión crónica en su pata delantera izquierda, que no le impide una vida normal y conseguir alimento.

El animal ha sido liberado con emisores GPS y radio que informarán en todo momento de su situación y sus movimientos, así como de si se readapta a su hábitat. Personal de la Dirección General del Medio Natural de Cantabria ha distribuido carroña en el entorno para facilitar que permanezca allí y que se vaya adaptando de nuevo a la vida salvaje.

Antes de la suelta, "Beato" fue sometido a un chequeo completo, gracias al cual se ha comprobado su buen estado de salud. El animal ha ganado en poco más de dos meses más de 22 kilos: su peso actual es de 53,8 kilogramos, frente a los 31,4 con los que llegó al CRFS. Mide 94 centímetros de largo y tiene 15 meses de edad. La herida que tenía en una de sus patas ha cicatrizado, por lo que ya puede moverse con normalidad e incluso trepar.

"Beato" ha estado en todo momento vigilado durante su estancia en el CRFS, en un habitáculo que permite monitorizar a los animales y, a la vez, minimizar el contacto con el ser humano, con el objetivo de evitar que se acostumbrara a la presencia de personas y facilitar así su vuelta al medio natural.

Durante su estancia en el CRFS, además de los controles veterinarios del personal del centro, se aplicó al animal un programa de enriquecimiento en el que trabajaron los especialistas del CRFS y del parque de la naturaleza de Cabárceno, con el objetivo de introducir estímulos para evitar el estrés del confinamiento y maximizar las posibilidades de adaptación a la vida en libertad.

Tras realizar varios exámenes, se determinó que su lesión en la pata delantera izquierda era debida a un traumatismo con un posible empeoramiento producido por abrasión de sus propios lamidos, un comportamiento frecuente en este tipo de animales y de lesiones. En todo caso, se descartó como causa el disparo, una posibilidad que se barajó en un primer momento. Las radiografías mostraban la rotura de la muñeca y la falta de dos tercios del radio, lesiones que son irrecuperables pero que no impiden al oso el movimiento.

Según los veterinarios, el animal ha mostrado siempre un comportamiento propio de su edad y condición, activo en la búsqueda de alimento. Su alimentación ha estado basada en carroña de venado, ciervo y corzo, frutas (madroño, arándano y frambuesas, entre otras), avellanas, nueces, castañas, insectos, brotes y hierba.

El Gobierno de Cantabria ha agradecido el trabajo y la dedicación de los profesionales de la Dirección del Medio Natural de la Consejería de Medio Rural, Pesca y Alimentación y del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Villaescusa, que han hecho posible la favorable evolución del oso. Asimismo, agradeció la "valiosísima colaboración" del personal del parque de la naturaleza de Cabárceno y el "apoyo fundamental" del Principado de Asturias, la Junta de Castilla y León y del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.