Peter Higgs, descubridor del bosón homónimo y premiado con el Nobel de Física en 2013, no sería apto para la universidad española. Tampoco otro de los grandes 'nobeles' de Física, Albert Einstein, podría hoy ser funcionario en alguna de las más de 70 instituciones académicas distribuidas por el territorio español. El bagaje académico e investigador que se exige es alto pero, a juicio de los expertos de la Agencia Nacional de Evaluación y para la Acreditación (ANECA), existen otro tipo de condicionantes. "Los 'Nobel' no vienen no por el sistema de acreditación sino por las condiciones que se les ofrecen, porque no se les puede dotar de los medios económicos y los equipos necesarios", sostiene uno de los asturianos integrado en el comité asesor de la ANECA para definir las nuevas exigencias para el profesorado universitario, el catedrático de Álgebra Santos González. "Juguemos la liga que a nuestra Universidad le corresponde", prosigue en su análisis.
Una comisión integrada por diez catedráticos de todo el territorio nacional de trayectoria reconocida es la responsable de emitir informes y asesorar al director de la ANECA sobre la orientación del nuevo proceso de acreditación. "En España no hemos tenido nunca 'Nobeles' que no pudieran acreditarse, ni con éste ni con otro sistema", asegura González, quien está convencido de que el modelo actual "no es malo ni existe cuello de botella; salen los que merecen salir". Incluso para Mariano Barbacid y Severo Ochoa, en su momento, era imposible integrarse en la institución académica. "Habrá que poner el foco en mejorar la financiación de la universidad española", reivindica Santos González, quien aprecia que la necesidad más urgente es "rejuvenecer plantillas, hay áreas con casi todo catedráticos, mucho titular y muy poco ayudante doctor".
Afirma el catedrático de la Universidad de Oviedo que si un medalla "Fields" (el galardón más importante que concede la Unión Matemática Internacional) quisiera ahora establecerse en Asturias o en cualquier otra institución académica española, sería imposible ofrecerle una plaza con buenas condiciones laborales. "Otros contratan la inteligencia sin un proceso de acreditación aunque deben pasar una entrevista previa", defiende Santos González quien se pregunta cómo, en ese contexto, los jóvenes pueden hacer carrera académica.
En el sistema vigente para el acceso a plazas de profesor de Universidad, el "cambio radical" que aprecian los expertos es que ahora se realiza una promoción "in situ" de la persona, cosa que ni el Personal de Administración y Servicios (PAS) ni en la judicatura ni en el ejercicio de otros puestos de la Administración ocurre. "La promoción es 'ad persona'. La Universidad convoca por lo ya realizado. Que no se vea la ANECA como enemigo de la Universidad", expone González, quien considera que el procedimiento que ahora funciona supone una evaluación "muy al peso" porque incluye tanto trayectoria investigadora como méritos docentes, "y todo eso se evalúa, siempre con un criterio positivo; no hay nada en detrimento del profesorado. Salen los que merecen salir", recalca el catedrático de Álgebra.
Sobre el proceso de acreditación, aseguran los integrantes del comité asesor nombrado por la ANECA que de los mil expedientes que había al inicio de noviembre para optar a la acreditación, éstos se han ido resolviendo a lo largo de estos meses. "Se está avanzando", confirma González, quien confía en que se abandone la tendencia de nutrir las plantillas de falsos asociados. "Lo que necesita la Universidad son más medios y rejuvenecer sus plantillas", concluye.
