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PALOMA GONZÁLEZ CASTRO | Profesora titular de Psicología Evolutiva en la Universidad de Oviedo | DEBORA ARECES MARTÍNEZ | Profesora sustituta en la Universidad de Oviedo e investigadora en el grupo ADIR

González Castro: "Pese a los recursos que hay, en la Universidad española se investiga mucho"

Areces Martínez: "Ahora se visibiliza más el trastorno de déficit de atención, pero en población adulta hay muy poco estudiado"

González Castro: "Pese a los recursos que hay, en la Universidad española se investiga mucho"

Paloma González Castro llegó a la Universidad por un camino distinto al habitual. Esta investigadora en el área de Psicología Evolutiva se formó como optometrista en la Universidad Complutense. Fruto de sus estudios en la influencia de la visión en el aprendizaje, un día decidió implicarse en proyectos académicos a través del contacto con el profesor Luis Álvarez. "Para mí la Universidad es el mejor trabajo del mundo porque estás en contacto con gente joven, que es muy enriquecedor, estudias y si tienes interés por cómo funciona todo, tienes todas las vías abiertas", relata la docente, integrada en el grupo de investigación ADIR (Aprendizaje Escolar, Dificultades y Rendimiento Académico).

Junto a Débora Areces, González Castro es una de las cabezas visibles de un proyecto académico sin precedentes: ante la falta de financiación para la investigación universitaria han puesto en marcha una iniciativa de financiación colectiva para sufragar su último proyecto sobre trastorno de déficit de atención (TDHA) . "Es un sistema muy innovador. Se trata de realizar una prueba de baremación fiable con realidad virtual", explican. En 77 días se han propuesto conseguir unos 4.000 euros para avanzar en ese objetivo aunque "lo óptimo", a su juicio, sería llegar a los 18.000 para contratar un investigador. "El objetivo es realizar una diagnóstico cada vez más preciso y mejorar el pronóstico", explica la más joven sobre el proyecto de crowdfunding (micromecenazgo). La tecnología, continúa Débora Areces, es hoy un soporte fundamental para los investigadores. "Siempre utilizamos esa perspectiva para avanzar, para nosotros es un apoyo", subraya la joven investigadora que acaba de incorporarse como profesora sustituta. Eso sí, en su opinión la investigación debe tener siempre una aplicación práctica, "debe servir para la sociedad y hay que compartir los resultados". En ese contexto, agrega González Castro, "la docencia es una forma de compartir lo que sabes. Lo que creas debe estar disponible para los demás".

Los 18 integrantes del grupo ADIR (Aprendizaje Escolar, Dificultades y Rendimiento Académico) del que forman parte ambas investigadoras han orientado su trabajo a las dificultades del aprendizaje y déficit de atención, autorregulación y convivencia escolar. "Nuestro eje integrador son las estrategias de aprendizaje", sostiene González Castro, quien tiene publicados más de 30 libros, ha participado en más de 80 congresos y ha dirigido siete tesis, entre ellas la de Debora Areces.

"Ver lo que es y lo que no"

Su discípula ha seguido sus pasos tanto en estancias internacionales como en el enfoque social de sus investigaciones. Recién estrenada en las labores docentes, la más joven celebra que sus alumnos le digan que ahora son capaces de distinguir lo que es una dislexia, gracias a la orientación que ella les ofrece en el aula. "Tan importante es ver lo que es como lo que no", apunta Debora Areces. Es una reflexión que tiene mucho que ver con sus trabajos sobre trastorno de déficit de atención. "A veces se cree que es un niño que corre o que se mueve más", advierte la investigadora, quien cree que "ahora hay más conocimiento y se visibiliza más el problema" aunque, a su modo de ver, "en población adulta hay muy poco estudiado". Eso es lo que están trabajando ahora. "Se sabe que es más probable que un estudiante tenga trastorno de déficit de atención cuando existen casos en su familia, pero no tenemos pruebas genéticas que lo digan", indica González Castro. Por ahora el diagnóstico se realiza en base a pruebas de conducta. "Tenemos un protocolo de evaluación específica para un diagnóstico fiable y evitar falsos positivos", continúa la investigadora. Con el proyecto planteado a través de financiación colectiva esperan cubrir una nueva forma de diagnóstico apoyados en la realidad virtual, donde se combinan los mismos distractores visuales y auditivos que tendría el niño en el aula. "Toda ayuda es necesaria", coinciden maestra y discípula. Ante la falta de financiación que afecta a la Universidad española, los investigadores del grupo ADIR han optado por buscar fórmulas "creativas" y apoyarse en otros grupos. Reconocen que las posibilidades para llegar a grandes programas de financiación europea son difíciles. "En el plan nacional hay los fondos que hay y las convocatorias regionales hace tiempo que no salen. Pese a los recursos que hay, en la universidad española se investiga mucho", opina la más veterana.

"Algo vocacional"

En opinión de González Castro, las colaboraciones entre equipos de diferentes universidades y la buena relación con sus colegas de otras áreas es lo que les permite seguir adelante. "Es algo muy vocacional, tiene que gustarte, porque dedicas tu vida a esto", asegura Debora Areces, quien ha realizado una estancia investigadora en el Centro de Lenguaje, Alfabetización y Aritmética en el University College de Londres. Su investigación se centra en problemas de aprendizaje y TDAH, y en la evaluación e intervención temprana para niños con TDAH y discapacidades de aprendizaje. Como parte de su doctorado, ha participado en un proyecto nacional que evalúa las estrategias de representación en Matemáticas en el primer ciclo de Primaria.

Los responsables del grupo, primero Julio Antonio González y en la etapa más reciente José Carlos Núñez y Luis Álvarez, han logrado que fructifique una cantera joven , una mayoría por debajo de los 35 años. "Son gente con mucho empuje y espíritu innovador", coinciden sus maestros, "tienen muchas inquietudes y resuelven mucho". Según González Castro, un buen investigador debe tener disposición a colaborar en cualquier trabajo y manejarse con soltura en inglés.

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