La Dirección General de Tráfico (DGT) plantea reducir la velocidad máxima de 100 a 90 km/hora en las carreteras convencionales en la próxima reforma de la Ley sobre Tráfico, Circulación de Vehículos a Motor y Seguridad Vial. Eso sí, prevé dar a los titulares de estas vías (comunidades autónomas) la posibilidad de aumentarla si el trazado y la conservación así lo permiten. La antecesora en el cargo, María Sagui, ya había hecho una propuesta similar de reducir los límites de velocidad genéricos, pero fue echado para atrás por el Consejo de Estado.

Mario Arnaldo, presidente de Automovilistas Europeos Asociados, mostró ayer su oposición a la propuesta, porque "reducir la señalización genérica no sirve para reducir la siniestralidad. Sólo es comodidad para la Dirección General de Tráfico, que se ahorra tener que instalar la señalización específica, y así puede achacar al conductor que haya adaptado la velocidad al estado de la vía o no".

El director general de la DGT, Gregorio Serrano indicó, en el marco del II Encuentro Planeta Vial, que "el camino va dirigido a una pequeña reducción de la velocidad en carretera convencional a nivel genérico, pero con la posibilidad de que los titulares de las vías puedan aumentarla si el trazado es seguro y la vía está bien conservada". Y añadió que una de las normas de tráfico que más se incumple es precisamente el respeto al límite de velocidad porque "muchas veces no hay coherencia entre la velocidad y el tipo de vía".

"Si el ciudadano ve la vía en buenas condiciones no entiende una velocidad excesivamente baja y al revés", señaló Serrano. "Esperamos que el resto de actores implicados y grupos políticos estén de acuerdo", en reducir la velocidad.