Autopista Astur-Leonesa (Aucalsa), concesionaria de la AP-66, que une Asturias con León (conocida popularmente la autopista del Huerna) obtuvo el pasado año un beneficio neto de 5,1 millones de euros, lo que supone un aumento del 26,4 por ciento más respecto al ejercicio anterior.

Según ha comunicado la sociedad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el importe neto de la cifra de negocio repuntó un 2,7 por ciento, hasta 39,3 millones de euros. Con ello, el resultado de explotación mejoró un 11,5 por ciento, hasta 15,2 millones de euros.

Los datos se conocen en plena polémica (una vez más) por el cobro de este peaje. No en vano la carretera es de las más caras y de las que menos tráfico tiene de España. Este año, además, se ha alcanzado récord en el coste de esta vía.

Cara y poco transitada

La del Huerna, además de la tercera autopista de peaje más cara de España, es una de las más "tranquilas" de la península. Poco tráfico, escasas incidencias, apenas accidentes... Solo la nieve y el hielo suelen causar problemas, como ha ocurrido este año, cuando la vía permaneció cerrada durante varias horas tras la "nevadona" de hace unas semanas. Hasta cierto punto es lógico: la AP-66 es la única del estado que tiene la catalogación de "autopista de alta montaña".

El alto coste de la autopista del Huerna, 654 millones invertidos, según las cuentas del Ministerio de Fomento, unido al escaso tráfico, hacen que sea una de las más caras de España de entre las de titularidad estatal: 0,1596 euros por kilómetro de peaje medio, solo por detrás de la Villalba-Adanero, que incluye los túneles de Guadarrama, y el acceso al aeropuerto de Barajas.

El último informe de Fomento sobre las autopistas de peaje, referido a 2016, revela que de los 43 tramos estudiados la del Huerna se sitúa en el puesto 33 en cuanto a intensidad media diaria (IMD) de vehículos. Por la AP-66 circularon por término medio 8.239 vehículos al día en 2016. Una cifra que se sitúa lejísimos de los 109.885 vehículos diarios que soporta el tramo más saturado de España, el Montmeló-Papiol, en la AP-7 o Autopista del Mediterráneo. Así, el tráfico de este tramo catalán multiplica por trece el del astur-leonés. Y duplica al segundo del ranking, el Barcelona-Montmeló, con 55.971 vehículos al día. Traducido: por el Huerna circulan unos 3 millones de vehículos al año, mientras que por Montmeló-Papiol lo hacen más de 40 millones.

Por delante de León-Campomanes en materia de intensidad de tráfico se sitúan todos los grandes corredores de España, incluidos los accesos a Barcelona y a Madrid, gran parte de la Autopista del Mediterráneo, todos los tramos andaluces, vascos y aragoneses y varios castellano-leoneses y gallegos. De hecho, solo quedan por detrás en número de vehículos los de El Espinar-Segovia, Puxeiros-Val Miñor, el túnel del Cadí, Santiago-Alto de Santo Domingo, la circunvalación de Alicante, León-Astorga, Ocaña-La Roda, Cartagena-Vera y Madrid-Toledo. Esta última es la autovía con menor tráfico de España, con solo 839 vehículos al día de media (unos 300.000 al año).

Salvo el del túnel catalán, abierto en 1985, todos los tramos con menos tráfico que la autopista astur-leonesa, abierta en 1983, son mucho más recientes. Además, buena parte de los usuarios de estas autopistas tienen en las inmediaciones alternativas gratuitas mucho más "cómodas" que el sinuoso y pendiente trazado del puerto de Pajares (N-630).